La Musa

LA MUSA
Por: Sofía Ruiz

Como todas las personas de las grandes urbes, estaba acostumbrado desde niño a escuchar historias “de espantos” a la hora del recreo en la escuela, pero también a nocreerlas y ser ubicado en el grupo de los escépticos “hasta no ver, no creer”…
La vida transcurrió con insoportable rapidez y el día menos pensado, gozaba de cierta fama y no menos cierta fortuna comoescritor, habiendo obtenido muchos reconocimientos, pero sin nadie con quién compartirlos y con un problema aún mayor: había comenzando a perder la inspiración, presa de las presiones citadinas, eltránsito, el exceso de ruido y la falta de amor.
Por ello, fue imperante tomar una decisión radical: cambiar de residencia a un lugar tranquilo que me permitiera clarificar mis ideas y retomar con másbríos mi labor literaria, que comenzaba a extinguir su flama…Y así, emprendí el viaje a través del cual llegaría a mi cita con el destino.
Cuando ví la casona por vez primera ante mí, después deadquirirla por medio de la inmobiliaria de un conocido, contacto de un amigo en común, sentí un escalofrío recorrer mi cuerpo, mezcla entre la emoción de empezar una nueva vida y la nostalgia que metransmitía su majestuosidad perdida.
Sin embargo, era ideal para lograr mi objetivo, pues estaba enclavada en un histórico barrio alejado del ruido pero a la vez lleno de historia e historias, con una fuentecentral y un extenso jardín que invitaba al relajamiento y a la creatividad y el que finalmente se convertiría en el escenario de mis más extraños encuentros…
Empolvada, aún con algunos mueblescubiertos por sábanas y recuerdos, y con techos muy altos que quizá en otros tiempos fueron una oásis en los días de calor, pero que hoy me resultaban complicados para retirar las telarañas, la antiguaresidencia porfiriana, que alguna vez fue blanca, poseía un encanto especial pero a la vez estaba invadida por un gran silencio ensordecedor que lejos de agradarme, me agredía.
Ya instalado en mi...