La musica en africa
Una nueva cultura penal, como lo calificaron algunos de sus discípulos en un libro homenaje, es lo que el juez Edmundo Hendler impulsa cuando explica la necesidad de que se establezca el enjuiciamiento por jurados. La clave, dice, es la participación ciudadana.
–Las personas del común conocen el sistema de jurados por las películas. ¿Es así como se ve?
–Laspelículas son bastante ilustrativas. Pero lo importante es que la ciudadanía tome conciencia de que no se trata de que tiene que adoptar una decisión a partir de conocimientos dificilísimos. En casos tan graves, cualquier persona tiene que estar en condición de entender si aquel al que se acusa es culpable o no. Una condena que puede significar que un ser humano pase el resto de su vida en una prisión nopuede depender de elementos que sólo algunos iniciados podemos conocer.
-Más que el de un mecanismo de juzgamiento, ¿esto implica un cambio cultural ?
–Claro. Los jueces y los abogados vamos a tener que hablar en el lenguaje cotidiano de la gente. Si en lugar de esas ilustradísimas sentencias tuviéramos que explicarle a una persona de qué se trata y cuáles son los elementos que debe tener encuenta para condenar o para absolver, se enriquecería enormemente la comunicación entre la Justicia y la ciudadanía. La ausencia de mecanismos de participación ciudadana se puede considerar como indicio de subdesarrollo.
–Este cambio de relación con la ciudadanía, ¿implicaría un cambio en el rol de los medios?
–Indudablemente. La influencia de los medios masivos y su interferencia es inevitable. Lagente quiere saber, pero provocan una distorsión. Una de las maneras de asegurar que los tribunales puedan operar con cierta prescindencia de ese calor de la opinión es a través de una participación ciudadana que legitime la decisión. La única manera es la de un jurado de ciudadanos elegidos al azar y de distintas extracciones.
–Está el caso reciente del contrabando de armas, ¿habría sidodiferente?
–Ese caso es muy grave. Con un clásico jurado, casos como estos, en los que se adopta una decisión y los fundamentos recién los vamos a conocer en dos meses, no podría ocurrir. Es la negación del sistema republicano; una burla al derecho de información de la ciudadanía. Con un clásico jurado funciona de manera inversa. Lo primero que hay son las instrucciones de los jueces a los ciudadanossobre cuál es la ley aplicable, cuándo tiene que condenar o no, qué circunstancias podrían conducir a que no se condene o a atemperar el castigo. Sobre esa base viene luego el veredicto, de modo que no queden dudas. La fundamentación está dada por la forma en que el juez que dirige el debate instruye a los jurados.
–¿Existe resistencia en los jueces?
–Sí, lamentablemente. Mis colegas creen quevan a verse superados por la ciudadanía. Y es un error. Alguna vez se lo pregunté a un juez norteamericano y me lo negó categóricamente. El contacto con los ciudadanos es lo que nos da a los jueces mayor prestigio y lima asperezas, me dijo.
–En la Argentina, ¿hay experiencias que corroboren esto?
–Es clarísima la experiencia de Córdoba a partir del 2005. Al comienzo había una resistencia terribley al cabo de dos o tres años cambió totalmente el clima y ya a nadie se le ocurre que no pueda funcionar. El sistema se pueda mejorar, pero la participación ciudadana ya está implantada y funcionando; y Córdoba es parte de la Argentina.
–¿Hay que esperar que se apruebe en cada provincia o, como dice la Constitución, debe hacerlo el Congreso Nacional?
–Para mí es muy claro lo que dice laConstitución en cuanto a que el Congreso Nacional es quien debe dictar las leyes necesarias. Pero mientras no sea así, no se puede privar a los estados provinciales de hacerlo por propia iniciativa.
-Usted habla del clásico jurado y de un jurado con jueces, ¿qué diferencia hay?
-En el clásico, que creo que es al que se refería el constituyente y en mi opinión el que debe establecerse, es un grupo de...
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