La musica en la vida
ANTROPOLOGÍA.
México y España
Vol.
1
Dejando a un lado, por tanto, el criterio de su rigor histórico como documentos"veraces", todos estos géneros son susceptibles de análisis historiográfico y antropológico y además constituyen herramientas cada vez más imprescindibles para la docencia en estas y otras materias.El discurso verbal -nos advierten desdeuno de los innumerables portales creadas para tal fin
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- no siempre contribuye al "salto" necesario auna época histórica que permita
empatizar
con ella; por el contrario,el texto audiovisual puede facilitar esa empatia gracias a la inmersiónen el pasado mediante las imágenes y testimonios orales y, en el casode la ficción, mediante el relato que pone en escena emociones y sentimientos vividospor los personajes de otras épocas, pero con los quese puede identificar el espectador contemporáneo.Aunque el espectador medio suele pasar por alto las contradicciones históricas enlas que incurre el cine comercial, mucha gente tiene esta mirada erudita cuando visio-na un film. Y los cineastas ponen mucha atención en ser muy eruditos. Por ejemplo,un realizador francés que se llama
Rene
Allio,que ha realizado una película sobre larevuelta protestante de los
Camisards
en el siglo XVIII, captó paisajes que no habíancambiado desde el siglo XVIII -que no pasaran autopistas por detrás- y que se cultivasemaíz. Allio buscó campos antiguos, campos tradicionales, casas que no se han tocadonunca, vestidos antiguos y tradicionales, etc. y además, no solamente ha hecho esto,sino que hizo hablara los habitantes que aparecen en la película con la lengua delsiglo XVIII. No era difícil, porque seguían hablando igual. El resultado es que comoreconstitución histórica estaba muy bien hecha, pero había dos dificultades: primera,que no se entendía nada y, por tanto, se necesitaban subtítulos, pues no se comprendía. Pero si se ponen subtítulos, ponemos exactamente la modernidad sobrenuestrosojos,porque el subtítulo recuerda que aquello es cine. Por tanto, el positivismo se haauto-combatido; la autenticidad antigua existente, a pesar de todo, es destruida. Elresultado es que el film resulta molesto: el exceso de positivismo es antiestético.Sin embargo, cuando se visiona una película que habla principalmente del pasa
do,
para comenzar, la vemos con una mirada que podríamos denominarpositivista;mirada positivista que quiere decir erudita, una verificación de la autenticidad. Por
1 Nos referimos, en este caso, a la mediateca
Kairós
del Ministerio de Educación español, "La historia filmada:diez tesis sobre el cine y la historia" en
http://iris.cnice.mec.es/kairos/mediateca/cinemateca/historia/histo-
ria02.html 11
ENSAYOS SOBRE CINE, HISTORIA Y
ANTROPOLOGÍA.
México yEspaña
Vol.
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ejemplo, en una película sobre los inicios de la Guerra del 14, si se ven los soldadoscon un casco (entonces no llevaban casco, sino casquete y hasta
1917
no cambiaron),y si saben esto y los espectadores son franceses, al ver el film con los soldados concasco en
1914,
dirán: ¡Esto es falso! Esto quiere decir que, al mismo tiempo, estáncontentos, pero también sospechan. Elespectador está contento porque, por vez primera, sabe alguna cosa. Sabe más que el que ha realizado la película, pero en cambiono tendrá confianza en el film. Esto es lo que llamamos la mirada erudita.Igual que para el historiador, hay que interrogarse sobre la pertinencia del análisisdel cine de ficción desde un enfoque antropológico —es decir, desde el análisis de lacultura como sistemas designificados y valores compartidos en ciertos universos desentido, normatividad y acción- y sobre qué cualidades hacen de una película que seamás o menos idónea para el análisis de la cultura. Si nos detenemos una vez más enun tema ya tratado anteriormente es por el sano ejercicio
interdisciplinar
de explorardesde distintos ángulos las cualidades del cine como "texto cultural" del que podemossacar...
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