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iiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiDiscurso» es, ante todo, un término tradicional del vocabulario que podríamos
llamar gnoseológico —es decir, del vocabulario destinado a «cubrir» todo cuanto interviene en los procesos conducentes a la
^verdad, en tanto que probada,argumentada
io construida. En cualquier discurso cabe
distinguir unos componentes pragmáticos, unos componentes sintácticos Y unos componentes semánticos. Desde
el punto de vista pragmático un discurso incluye la relación a las operaciones del sujeto (de los sujetos) que el
discurso envuelve (hablantes, oyentes). Desde el punto
de vista sintáctico el discurso se nos manifiesta como unacomposición (o disposición) de partes diversas, heterogéneas (por ejemplo, la disposición de la cadena verbal
organizada según ritmos sintagmáticos o estructuras paradigmáticas). Desde el punto de vista semántico el discurso
(apofántico) dice referencia a una materia (a un contenido, a uazs referencias) que (supondremos) ha de girar en
torno a la verdad, que entendemos como identidad sinté-
tica(conseguida con diversos grados de rigor) entre las
partes compuestas por el sujeto operatorio (1).
El «discurso» en su acepción material, se caracterizaría precisamente (tal es el criterio que aquí utilizamos)
no ya tanto por eliminar alguno de los componentes gnoseológicos (pragmáticos, sintácticos, semánticos) sino por
incorporarlos a todos de suerte que queden subordinados precisamenteal componente material, en su sentido
(1) El concepto aristotélico más próximo a esta acepción de disctirso es el concepto de logos
apofántico. {Logas suele traducirse por discuno o por oración; apofántico suele traducirse por
enunciativo). Pero en el contexto de la Lógica escolástica se pierde la conexión del «logos apofíntico» con el discurso, al sobreenterder el discurso como discursosimple u oíación. Sin
embargo, el concepto aristotélico de «discurso apofántico» contiene los componentes esenciales que hemos señalado al discurso material: 1°) el pragmático (puesto que alguien es quien
habla); 2*^) eX semántico, puesto que son enunciativas las oraciones a las cuales conviene o pertenece la verdad o la falsedad; 3°) el sintáctico, si interpretamos la afirmación y la negacióncomo
operaciones. Vd. De Interpretatione 17 a (Hay traducción al castellano de Alfonso García Suárez
y Julián Velarde Lombraña, Cuadernos Teorema, Valencia 1977).
fuerte: la verdad como identidad sintética. «Discurso»
quiere designar, entonces (en su acepción material), no
ya precisamente la «imposición (sintáctica) de partes»,
ni la «estrategia» (pragmática) que ello implica, en ordena persuadir o refutar a otros sujetos, sino precisamente
la coordinación de estos componentes en tanto se subordina a la construcción de una verdad (semántica). El
«discurso» es, ahora, no solo «discurso apofántico» sino,
antes aún, «discurso verdadero», o quiere serlo —como
quiso serlo eJAXrjLOjf^pTócde Celso, cuando argumentaba
contra los cristianos. El «discurso falso» sería unconcepto solidario ya de la acepción no material, de la «reducción formal» del término «discurso» —y recíprocamente.
Si la dialéctica del concepto de «discurso» no nos llevase
internamente al desarrollo de una acepción no material
(a una acepción —o, mejor, conjunto de acepciones formales) cabría afirmar que la expresión «discurso verdadero» es redundante. Porque, desde el punto de vista de...