La Narrativa

libros, el problema tampoco parece resolverse. Producto de las circunstancias históricas, muchos autores vieron negada la publicación de sus primeras obras o bien, entre las publicadas antes de 1973y en la actualidad hay tales distancias estéticas y literarias que sería muy dificultoso pretender incluirlos en los movimientos a los cuales ‘naturalmente’ pertenecerían (como la generación del ‘50 ylos Novísimos). Por ello, me atrevo a pensar que todos estos autores cuyos nacimientos fueron antes de 1950 y cuyas obras de verdadera importancia recién aparecen en la década de los ochenta,pertenecen también a la NUEVA NARRATIVA .
El punto es que las fechas y todos aquellos datos tomados de las capas exteriores de los textos, aunque pertenecen de alguna manera a ellos, arrastran consigonumerosas y tentadoras posibilidades de exclusiones. La labor de la teoría y de la crítica literaria en este punto no puede simplemente replegarse a aceptar ciertos datos que se nos ofrecen comoincontrovertibles y determinantes y que no son más que trampas puestas ahí por los poderes de la clasificación, la ordenación y la regulación. Lo que, en última instancia, no pertenece nada más que a esaintención siempre activa de reificar el fenómeno literario en su conjunto, para hacerlo partícipe con mayor seguridad del mercado de bienes de consumo.
En todo caso, tampoco es dable negarse a todaposibilidad de clasificación, ya que ciertos encuadres arrojan resultados que es conveniente tener en cuenta. Así, dentro de una perspectiva socioliteraria, centrada en la ubicación del autor dentro delcampo cultural, quisiéramos señalar algunos polos desde los cuales los autores se nucleón. Es necesario tener presente, en este punto, que todo el movimiento de la NUEVA NARRATIVA no surge en el campode las Instituciones, sino en el de las ‘formaciones’. Según Raymond Williams, éstas se distinguen de las Instituciones por el número reducido de sus miembros y por la rapidez con que se constituyen...