La Naturaleza De La Mente
Por qué no estamos perdiendo el tiempo
Carlos Florit Díaz
Viajemos por un momento al interior de nuestro cerebro. Contemplemos,
perdida entre la inmensidad formada por sus semejantes, una simple neurona,
tan básica y a la vez tan compleja. Despidámonos de ella para seguir viajando
hacia su interior, observemos las moléculas, después los átomos,protones y
electrones, y continuemos buscando algo aún menor. Contemplando este nivel
ínfimo, se nos antoja que independientemente de todo lo que se piense o se
escriba acerca de la naturaleza de la mente o la conciencia; al final todo va a
quedar reducido a una infinita reunión de cosas elementales. Quarks, leptones,
fuerzas fundamentales... Ceros y unos.
La crítica frecuente entorno al ya amplio término de la inteligencia
artificial o la creación artificial de sistemas cognitivos es que no podemos
intentar reproducir lo irreproducible, que los procesos de la mente se
encuentran en un nivel tan distinto al de las cosas con las que somos capaces
de interactuar, que la distancia entre ambos “mundos” es insalvable. ¿Es
realmentedistinto lo artificial y lo natural? ¿Es estar lejos de conseguir algo
sinónimo de fracaso? ¿Estamos realmente tan lejos? Vamos a intentar dar
respuesta a estas preguntas, o al menos, plantear que el debate es posible.
Durante toda la historia de la humanidad, el hombre ha sido capaz de
manejar lo que se antojaba inmanejable, y reproducir fenómenos de lanaturaleza que parecían totalmente ajenos a nuestro control, consiguiendo
logros que en algunos casos superaban a los que se producían
espontáneamente. Hablamos de grandes descargas eléctricas, de satélites
artificiales o de la energía nuclear. Tenemos tanta tradición y tantas
experiencias de lo que hemos sido capaces de hacer, que no parecejusto
acomplejarnos por lo que algunos se aventuran a decir que no seremos
capaces de hacer. La viabilidad o no para conseguir llevar algo a cabo, no debe
ser un freno definitivo porque la respuesta siempre es dependiente del
momento en que se formula la pregunta. En 1917, Albert Einstein propuso la
teoría que llevada a cabo daría lugar a la creación del fenómenoláser. Hicieron
falta más de 50 años de trabajo y avances tecnológicos para que aquellas
ideas en principio inabordables, se convirtiesen en realidad. Quizás, si Einstein
se hubiese planteado que con los medios de que disponía nunca sería capaz
de conseguir la amplificación de luz estimulada, se habría tardado muchos más
años en conseguir este logro. Quizás también, laaparición de los avances
tecnológicos necesarios surgió impulsada únicamente por su necesidad en el
campo láser. Debemos pues plantearnos que, trabajando en el desarrollo de
los sistemas cognitivos artificiales o en cualquier otro contexto, toda traba no
debe suponer un dique insuperable para nuestros avances sino un impulso
para el avance en otro campo deinvestigación.Una de las cuestiones que se prometió intentaríamos resolver era acerca
de si lo artificial y lo natural son realmente distintos. El motivo de plantearse
esta pregunta nace de la reflexión contenida en el primer párrafo. Si realmente,
a una escala mínima, todo y todos estamos hechos de lo mismo, ¿por qué
creer que se trata de cosas diferentes?Obviamente, a día de hoy, es fácil
distinguir a qué nos referimos con natural y artificial si hablamos de inteligencia
Aunque seamos capaces de construir un sistema que externamente se
comporte de igual manera que un sistema vivo natural, la manera en que
internamente se ha llevado a cabo es totalmente diferente. Pero, si algún día
fuésemos capaces de dar a luz...
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