La Naturaleza En Knut Haumsun

Vida estética, vida trágica


Encuentro en la idea de los griegos que plantea y desarrolla Nietzsche, en “El origen de la tragedia”, con relación a la concepción que se despliega de la vida, cierta similitud con el Kierkegaard que se desenvuelve en “Estética y ética en la formación de la personalidad”, en cuanto se vislumbra de una manera muy similar entre ambos pensadores la idea de que eldeseo se creó para ser satisfecho, y el hombre para que, con el mayor de los gusto, vea que aquello se cumpla; porque vivir para satisfacer el deseo es naturalmente, como nos dice Kierkegaard, una ocupación muy distinguida en la vida.
También entre ambos se percibe, y en menor medida en Kierkegaard, una vinculo patente de lo bello como lo supremo, entendiendo, a su vez, lo bello en el sentido quese le podría aplicar a todo aquello que atrae, y que cede en el hombre una descarga de vitalidad.
Cierta vez leí de los labios de zaratustra la afirmación: “El placer es aún más profundo que el sufrimiento. El dolor dice ¡Pasa!, mas todo placer quiere eternidad “, a partir de esto, ¿Se podrá entender, me pregunto, a la estética y a la vida dionisiaca, como representación de lo más bello y vital,y por lo tanto, como la fuente del placer latente y supremo que está siempre disponible al hombre, bajo el grueso velo de lo apolíneo que el diario vivir adhiere en nuestra subjetividad?, de ser así, este placer supremo, buscaría, como ninguno otro, la eternidad; y además, se supone, que su puesto, es decir, “el sufrimiento”, no buscaría nada diferente a la no existencia , al desaparece, alpenoso grito de agonía que desde las entrañas se desprende en un profundo “¡pasa!”…y no obstante, esto sencillamente no sucede, porque si entendemos a lo anterior como la representación de lo bello y de lo vital, tenemos necesariamente que entender también a su contraparte llamada la “tragedia”, como dicho sufrimiento que desea apagarse; y como dije, no obstante, esto sencillamente no sucede; laGrecia antigua, se sume en la representación de sus mitos trágicos, en la veneración de los mismo, en el profundo enaltecimiento de lo siniestro; como nos lo dice Nietzsche, en “la necesidad de lo horrible, la sincera y áspera inclinación de los primeros helenos hacia el pesimismo…”
Había pues, entre los primeros helenos, una necesidad de lo horrible, y donde hay necesidad, puede encontrarsenaturalmente placer; ¿encontraban los helenos, guiados por sadismos, placer en la representación de la tragedia?, sin duda, así era, los antiguos griegos, creo yo, no eran menos humanos, ni más salvajes, amarillistas, y bestiales de lo que lo somos nosotros. ¿Qué impulsa estas conductas?, ¿acaso el arte trágico le servía a dichas manifestaciones de sadismo?; en palabras de Kierkegaard, “toda concepciónestética de la vida es desesperación", ¿es entonces precisamente aquel sadismo el que hacía nacer dicha manifestación estética?
¿Hay entonces, por otra parte, desesperación en lo dionisiaco? Sí y no. Si la hay bajo voluptuosidades y excesos, y a cada instante, ¿por qué?, porque sin desesperación no excitaría y nunca habría nacido la necesidad de darle nombre a aquel dios viajero, y sediento, más quede vino de libertades y de olvidos de sí mismo, dios viajero que en cada paso pretende olvidos que le disuelvan en “un único ser que a su vez sea un todo.”¿Hay entonces desesperación en lo dionisiaco? Sí y no. No, en cuanto la desesperación, nace, no de lo dionisiaco, sino de lo apolíneo, con lo apolíneo nace la moral, y con ella, la necesidad, naturalmente, de lo antimoral, de lo caótico, deldesorden, con Apolo, nació la necesidad de Dionisio, y con Dionisio, el placer por aquella liberación.
Se le rinde culto, en la Grecia antigua, a la tragedia…si tanto se le veneraba, ¿no era porque ciertamente el placer, ante Nerón, o ante un espectador cualquiera, es menos profundo que el sufrimiento?, el dolor dice: ¡existo!, mas todo placer busca el olvido de sí mismo; ¿encuentra el...