La naturaleza humana del deseo sumada al contrato social actual basado en la competencia genera ansiedad por estatus y un estado de espera eterna o mortal

La naturaleza humana del deseo, sumada al contrato social actual basado en la competencia, genera ansiedad por estatus y un estado de espera eterna o mortal

Usualmente seductor y voraz, siempre insaciable, viscoso y pegajoso es el amor anhelado por las sociedades nihilistas, donde el Rey es el ego utilizado de forma negativamente satisfactoria, en otras palabras, es la creencia en que lasatisfacción, de los deseos personales en algún punto logrará traer, la tan anhelada gran felicidad, o estado de tranquilidad del cual ya nadie, ni nada podrá movernos. Es un estado al que denomino, la espera eterna; la naturaleza del deseo, dentro de la naturaleza humana impide su plena satisfacción de forma total, resumiendo cualquier placer a algo finito, que como Sigmund Freud demostró tiende ala repetición de manera compulsivai.
“El hombre busca felicidad, pero de hecho es imposible que la alcance…, tiene que ver con la naturaleza del deseo, el deseo es siempre un deseo por algo un X, cuando estamos en el estado de deseo, sin alcanzar todavía el objeto sufrimos, es que el deseo es la expresión de una falta, una carencia y eso es doloroso, cuando por fin alcanzamos el objeto de nuestrodeseo, sea un chocolate, un amante o dinero, el dolor se suprime y experimentamos algo que llamamos felicidad; pero la felicidad es solo una sensación temporal del deseo, el placer de poseer el objeto disminuye rápidamente y surgen nuevos deseos” (Mcnabb, 2009)

La naturaleza del deseo, es insaciablemente abrumadora, siendo la herramienta perfecta para el ejercicio del consumismo, que fomentadopor un sistema meritocratico, favorece la creación de un contrato social injusto y contraproducente al desarrollo psíquico-social del ser humano, transformando al ser humano en principio en una clase de metamercancía, al haberse convencido a si mismo que la felicidad es un fin, cuando más una línea de dos puntos; donde los puntos relevantes son el principio y el final, dejando en el olvido a lamayor parte de la línea.
Únicamente una minoría obtiene lo que de nacimiento se le garantiza a todo ser humano.
La libertad de ser consiente de uno mismo, ser libre de trabajar para nosotros mismos y ser dueños del porqué de nuestros actos, es reprimida por el empleo de publicidad que fomenta el Ego negativo, psicológicamente hablando Andre Green plantea un termino con el cual encuentro muchafamiliaridad, el narcicismo de muerte(cita de narcicismo de muerte)

Los controladores de la sociedad actual; que debiésemos ser todos; que sin embargo se reduce a un escaso número de vehementes soliloquistas que concretamente nos venden lentes de visión embellecedora, es decir las empresas internacionales y los gobiernos, entre otros, en otras palabras podríamos decir que se venden deseos y se educaal usuario, en la competencia para que este demande un mejor y más placentero estado es decir, “ansiedad por status” (Alain de Botton cita).

Se manda a hombres y mujeres por igual, a aprender lo que es bueno y lo que es malo, sin que nadie se detenga a explicar o ayudar a comprender, la igualdad de dichos términos. La deconstrucción del discurso social, va mucho más allá de entender que unalínea tiene dos extremos, el bueno y el malo, y se extiende por todo lo largo de la línea aunque la congruencia de nuestros actos nos define (cita de Rollers), la franqueza con que el consumismo se nos es presentado, nos causa una simpatía de la cual derivan los conceptos de bien y mal, que nos llevan a vivir en la incongruencia sin tener que ver a ella directamente.
Pareciera que  el tedio decomprendernos, nos parece un obstáculo infranqueable, en contra del que solo queda la sencilla tarea de la aceptación mediocre es decir, la vida se vive en un estado de espera eterna o mortal.
Creando generaciones de daltónicos emocionales, que alcanzaron a sobrevivir en el mundo por medio de una amplia y eficiente gama de grises; que no es más que un velo, que impide apreciar la innumerable y...