la nave voladora
La nave voladora
Autor: Lo Desconozco.
La nave voladora
Vivía una vez un matrimonio anciano que tenía tres hijos: dos de ellos eran listos, pero el otro era tonto. La madre quería a los dos primeros y casi los viciaba, pero al otro lo trataba siempre con dureza. Supieron que el Zar había hecho publicar un bando que decía: "Quien construya una nave que pueda volar secasará con mi hija, la Zarevna". Los dos mayores decidieron ir en busca de fortuna y pidieron la bendición de sus padres. La madre les preparó las cosas para el viaje y comida para el camino y una botella de vino. El tonto quería también acompañarlos, pero su madre le negó el permiso.
- ¿Adónde irías tú, necio? -le dijo- ¿No sabes que los lobos te devorarían?
Pero el tonto no cesaba derepetir:
- ¡Quiero ir, quiero ir!
Viendo la madre que no sacaría nada de él, le dio un pedazo de pan seco y una botella de agua y le puso de patitas en la calle.
El tonto empezó a andar y más andar, hasta que, por fin, encontró a un anciano. Se cruzaron los saludos y el anciano preguntó al tonto:
- ¿Adónde vas?
- ¿No lo sabes? -dijo el tonto.- El Zar ha prometido dar su hija al queconstruya una nave que vuele.
- ¿Y tú eres capaz de hacer semejante nave?
- ¡Claro que no, pero en alguna parte hallaré quien me la haga!.
- ¿Y dónde está esa parte?.
- Sólo Dios lo sabe.
- Entonces, siéntate y come un bocado. Saca lo que tienes en la alforja.
- Es tan poca cosa que me da vergüenza enseñarlo.
- ¡Tonterías! ¡Lo que Dios nos da es bastante bueno para comer! ¡Sácalo!El tonto abrió la alforja y apenas daba crédito a sus ojos. En vez de un pedazo de pan duro contenía los más exquisitos manjares, que compartió con el anciano. Comieron juntos y el anciano dijo al tonto:
- Anda al bosque y ante el primer árbol que encuentres santíguate tres veces y da un hachazo en el tronco, luego échate al suelo de bruces. Cuando te despiertes verás una nave completamenteaparejada; siéntate en ella y vuela a donde quieras y recoge todo lo que encuentres por el camino.
El tonto, después de dar las gracias y despedirse del anciano, se encaminó al bosque.
Se acercó al primer árbol e hizo lo que se le había ordenado, se santiguó tres veces, descargó un hachazo en el tronco y, echado de bruces en el suelo, se quedó dormido. No tardó mucho en despertar, selevantó y vio un barco apercibido para la marcha. Sin pensarlo poco ni mucho, el tonto se subió a él y apenas se hubo sentado, la nave empezó a volar por el aire. Vuela que vuela, el tonto vio a un hombre que, tendido en el camino, estaba aplicando una oreja al duro suelo.
- ¡Buenos días, tío!
- Buenos días.
- ¿Qué haces ahí?
- Escuchar lo que pasa por el mundo.
- Sube a la nave y siéntatea mi lado.
El hombre no se hizo rogar y se sentó en la nave que siguió volando. Vuela que vuela, encontraron a un hombre que andaba brincando con una pierna mientras tenía la otra fuertemente atada a una oreja.
- Buenos días, tío; ¿Por qué andáis brincando con una pierna?
- Porque si desatase la otra, en dos trancos daría la vuelta al mundo.
- Sube y siéntate a nuestro lado.
Elhombre se sentó y siguieron volando. Vuela que vuela, encontraron a un hombre que estaba apuntando su escopeta a un punto que no podían ver.
- ¡Buenos días, tío! ¿Adónde apuntas, que no se ve ni un pájaro?
- ¡Bah! Tiro a poca distancia. Atino a cualquier pájaro o bestia que se me ponga a cien leguas. ¡A eso llamo yo tirar!
- Ven con nosotros.
También el cazador subió a la nave, que siguióvolando. Vuela que vuela, encontraron a un hombre cargado con un saco de pan.
- ¡Buenos días, tío! ¿Adónde vas?
- A ver si encuentro un poco de pan para comer.
- ¿Pero no llevas ya un saco lleno de pan?
- ¡Bah! ¡Con esto no tengo ni para un bocado!
- Sube y siéntate a nuestro lado.
El tragón se sentó en la nave, que siguió volando. Vuela que vuela, vieron a un hombre que...
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