la navidad entre vosotros
Supongo que todos recuerdan su primera Navidad lejos de casa. La razón de estar lejos pudo haber sido el servicio misional o militar, la vida estudiantil o el trabajo.Cualquiera haya sido la razón, esa primera Navidad lejos es un recuerdo punzante para todos nosotros. Dedico mi propio recuerdo en cuanto a ello a quienes hayan estado lejos de casa durante la Navidad oestén lejos de casa este año.
En mi caso se trató de mi servicio como misionero. Durante diecinueve años había disfrutado la Navidad rodeado de familiares y amigos. Supongo que en mi egoísmo juveniljamás había considerado pasarla de alguna otra forma.
En ese entonces, cuando se acercaba la Navidad de 1960, me hallaba a medio mundo de distancia de todo aquello. Había estado en Inglaterramenos de tres meses cuando, el primero de diciembre, se me convocó a la oficina de la misión para que me reuniera con el élder Eldon Smith, quien acababa de llegar de Champion, Alberta, Canadá, y era miprimer compañero menor. Se nos envió a comenzar la obra misional en la conservadora ciudad de Guildford, en el condado de Surrey, un área que nunca había tenido misioneros Santos de los Últimos Días y,según sabíamos, tenía un único miembro perdido en algún lugar dentro de sus confines. Éramos jóvenes, inexpertos y estábamos un tanto abrumados, mas no se intimidó nuestro corazón.
Nos registramosen la policía, hicimos arreglos para el alojamiento y, al no poder localizar en un principio a nuestro único miembro de la Iglesia, nos dedicamos de lleno a lo único que sabíamos hacer: tocarpuertas. Tocábamos puertas por la mañana, tocábamos puertas al mediodía, tocábamos puertas por la tarde, y tocábamos puertas por la noche. Recorrimos aquellas calles en bicicleta durante lo que debió habersido el diciembre más lluvioso de la historia de Gran Bretaña, o así nos pareció a nosotros. Estábamos mojados en la mañana, al mediodía, en la tarde y en la noche, pero continuamos tocando puertas;...
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