La Neblina De Lo Desconocido
La mejor forma de responder a esta pregunta, la cual la suelen “disparar” de manera acusatoriacontra los que no creen en ningún dios, es con otra pregunta y es ¿a qué te refieres con “dios”? Y ahí ya cambiará el tono de conversación y veremos con otra luz todo este asunto.
“Dios” es unapalabra “comodín”, o en eso la han convertido, y la suelen usar, cada quien a su manera, para referirse a tantas diferentes cosas que es difícil saber a que se están refiriendo cuando dicen “Dios”. No eslo mismo cuando Einstein dice “Dios” a cuando lo dice un pastor evangélico o un sacerdote o incluso un creyente común y corriente, y sin duda (como de hecho el mismo Einstein lo dijo en alguna de suscartas), el pastor o sacerdote no dudarían en tachar de ateo a Einstein al saber a lo que él se refería con “Dios”. Pero esto va mucho más allá. Incluso dentro de los mismos creyentes de la mismareligión, habrá diferentes conceptos del supuestamente mismo “Dios”. ¿Entonces, por qué tendríamos que aceptar la idea de que existe un dios si ni siquiera existe un concepto único de tal dios? Primerodefinan a que se refieren con “dios” y luego hablamos.
Pero, bueno, frente a esta falta de un “concepto” coherente (y lógico) de “Dios”, ¿no es negar su existencia un acto también de arrogancia?Umm, sí y no.
Me explico mejor: primero, la posición del ateísmo no es negar la existencia de un dios o dioses, si no la posición de decir que no hay ninguna razón para pensar que exista algún dios.Es decir, es una contra-posición. Si no hubiese religión ni creyentes, tampoco habría ateos. Por eso siempre que alguien dice que “quiere acabar con el ateísmo”, yo respondo: “¡Perfecto! Yo también.”Pues la única forma en la que ya no habrán ateos en el mundo es cuando ya no hayan religiones en el mundo (pues incluso si nos “quemarán a todos en la hoguera”, seguirían muchos siendo ateos a...
Regístrate para leer el documento completo.