La niña y el lago
Un día de descanso -raro en aquellos tiempos- mi abuelo se levantó pensando que se le había hecho tarde. Recriminó y reprendió a mi abuela (que apenascontaba con 14 años de edad, cosas de la época), salió corriendo por la vereda hacia la mina; ya estaba clareando y se extrañó de no encontrar a ninguno de los trabajadores por el camino, hasta quellegó a la orilla de aquel rio y se acordó que no había trabajo.
Aquel día, dispuesto y más molesto aún, dio media vuelta para regresar a casa cuando de pronto vio a esa niñita de no más de 5 añoscon un vestido inmaculadamente blanco y sus botitas blancas también sin una mancha de tierra o lodo. Mi abuelo se acercó y le preguntó:
- ¿Qué haces aquí solita, criatura del señor, estás perdida?.La niña le contestó:
- Sí, hazme un favor, llévame al otro lado del rio, de aquel lado está mi casa y si me atraviesas te daré todo lo que quieras. Mis papás tienen mucho dinero.
Mi abuelo, condesconfianza y trabajando su mente a mil por hora, pensó ¿cómo es posible que una niña de esa edad esté por aquí, a estas horas y en época de lluvias sin una sola mancha ni siquiera en los...
Regístrate para leer el documento completo.