A penas emprendí el viaje del olvido, quizás un poco apresurado pero justo,; contradicción que me ha costado más de una noche de aquellas que sabemos que nos apasionan en un mísero instantes quedura mas que el roce del viento en mi mejilla; y es que la dicha del sabor amargo de dos amantes perdidos entre la falsa moral y el bendito placer se diputan una noche más. Ella que busca encontraren su mundo un eterno espacio para él; él que busca una noche en donde deja el veneno fulminante con que acostumbra a matar cada vez; y como un coleccionista, cada noche aumenta las víctimas de losamores extraños. Ella dice que él no entiende, porque ella sabe que él no existe y está totalmente segura de eso, porque no ha visto el fluir de sus besos y mucho menos hasta ahora; solo conoce laespalda que se pierde entre la presencia del sueño que parece cómplice; pues al despertar está tan sola que juraría que nunca hubo alguien. Ella busca en su corazón algo simple, una pequeña muestrade que él estuvo allí, pero solo encuentra lo que ha estado siempre; es un lugar que nunca ha sido renovado; por eso vuelve de nuevo a llorar hasta la media noche, en donde se pinta los labios y sepone el rímel y de nuevo percibe ya el olor con que se tronchan de nuevo sus sueños y la esperanza de la muerte del mal amante que no sospecha que sus días están contados y que la última noche llegará,como llega el día a la noche.
Ella no quiso fraguar nada, ya que vivía cada día como quien no pierde la esperanza, sino, como el que sabe que esta líneas harían lo que su bendita realidadnunca hizo, ¡lo mataría ¡si, entre sobras y la hora de los amantes extraños, la complicidad de la luna , de las cortinas, el armario y el olor inconfundible de la maldad. Entra él como cada noche,insolente, mártires, sí, mártires del pecado, un sufrido del tiempo, un esclavo del olvido: él ¿Quién es? Yo aún no puedo decir más, solo conozco la sombra y el olor que trae el viento cuando él se...
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