La noche de tlatelolco
ÚNETE PUEBLO, NO NOS
ABANDONES, ÚNETE PUEBLO.
PUEBLO, NONOS ABANDONES,
ÚNETE PUEBLO.
• Mantas en la manifestación del 13
de agosto de 1968.
Posiblemente no sepamos nunca cuál fue el mecanismo interno que desencadenó la masacre de Tlatelolco. ¿Elmiedo? ¿La inseguridad? ¿La cólera? ¿El terror a perder la fachada? ¿El despecho ante el joven que se empeña en no guardar las apariencias delante de las visitas?... Posiblemente nos interroguemos siemprejunto con Abel Quezada. ¿Por qué? La noche triste de Tlatelolco —a pesar de todas sus voces y testimonios— sigue siendo incomprensible. ¿Por qué? Tlatelolco es incoherente, contradictorio. Pero lamuerte no lo es. Ninguna crónica nos da una visión de conjunto. Todos —testigos y participantes— tuvieron que resguardarse de los balazos, muchos cayeron heridos. Nos lo dice el periodista José LuisMejías ("Mitin trágico", Diario de la Tarde, México, 5 de octubre de 1968): "Los individuos enguantados sacaron sus pistolas y empezaron a disparar a boca de jarro e indiscriminadamente sobre mujeres,niños, estudiantes y granaderos... Simultáneamente, un helicóptero dio al ejército la orden de avanzar por medio de una luz de bengala... A los primeros disparos cayó el general Hernández Toledo,comandante de los paracaidistas, y de ahí en adelante, con la embravecida tropa disparando sus armas largas y cazando a los francotiradores en el interior de los edificios, ya a nadie le fue posible obteneruna visión de conjunto de los sangrientos sucesos..." Pero la tragedia de Tlatelolco dañó a México mucho más profundamente de lo que lo lamenta El Heraldo, al señalar los graves perjuicios al país en sucrónica ("Sangriento encuentro en Tlatelolco", 3 de octubre de 1968): "Pocos minutos después de que se iniciaron los combates en la zona de Nonoalco, los corresponsales extranjeros y los...
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