la noche
Por que duermas, hijo mío, el ocaso no arde más:
no hay más brillo que el rocío, más blancura que mi faz.
Por que duermas, hijo mío,
elcamino enmudeció:
nadie gime sino el río;
nada existe sino yo.
Se anegó de niebla el llano.
Se encogió el suspiro azul.
Se ha posado como mano
sobre el mundo la quietud.
Yo no sólofui meciendo
a mi niño en mi cantar:
a la Tierra iba durmiendo
el vaivén del acunar...
Gabriela mistral.
La noche
Por que duermas, hijo mío,
el ocaso no arde más:
no hay más brillo queel rocío,
más blancura que mi faz.
Por que duermas, hijo mío,
el camino enmudeció:
nadie gime sino el río;
nada existe sino yo.
Se anegó de niebla el llano.
Se encogió el suspiroazul.
Se ha posado como mano
sobre el mundo la quietud.
Yo no sólo fui meciendo
a mi niño en mi cantar:
a la Tierra iba durmiendo
el vaivén del acunar...
Gabriela mistral.
La nochePor que duermas, hijo mío,
el ocaso no arde más:
no hay más brillo que el rocío,
más blancura que mi faz.
Por que duermas, hijo mío,
el camino enmudeció:
nadie gime sino el río;
nadaexiste sino yo.
Se anegó de niebla el llano.
Se encogió el suspiro azul.
Se ha posado como mano
sobre el mundo la quietud.
Yo no sólo fui meciendo
a mi niño en mi cantar:
a la Tierraiba durmiendo
el vaivén del acunar...
Gabriela mistral.
La noche
Por que duermas, hijo mío,
el ocaso no arde más:
no hay más brillo que el rocío,
más blancura que mi faz.
Por queduermas, hijo mío,
el camino enmudeció:
nadie gime sino el río;
nada existe sino yo.
Se anegó de niebla el llano.
Se encogió el suspiro azul.
Se ha posado como mano
sobre el mundo laquietud.
Yo no sólo fui meciendo
a mi niño en mi cantar:
a la Tierra iba durmiendo
el vaivén del acunar...
Gabriela mistral.
La noche
Por que duermas, hijo mío,
el ocaso no arde más: ...
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