LA NOCIÓN DE CIUDADDANO
DE LA ILUSTRACIÓN A LA REVOLUCIÓN:
DEFINICIONES, NORMAS Y USOS*
Raymonde Monnier
CNRS
Mi estudio acerca del concepto de ciudadano en las postrimerías del siglo XVIII se inscribe en el marco de una investigación en torno a la evolución
del republicanismo durante la Revolución Francesa: de la concepción radical de la libertad del individuo-ciudadano en el marco deuna república democrática, basada en el principio de la participación de todos en la elaboración y en el consentimiento de la ley, a la recuperación de un modelo
republicano más centrado en la noción de gobierno, bajo el efecto de una
doble relación con el tiempo y el territorio. En lo relativo a la vinculación al
territorio, la cuestión se centra en la articulación entre lo local y lo nacionaLasí como entre la nación y el mundo, entendiendo por éste más concretamente Europa. Por su parte, la vinculación al tiempo se presenta entendida
por un lado como la medida de la dinámica acelerada de emancipación desencadenada por la Revolución, y por otro lado, como dinámica del proceso
institucional que aspira a reconstituir en el tiempo la trama del orden político, en definitiva el tiempo de laconstitución. El contraste de estas tendencias se pone de manifiesto a lo largo de todo el período revolucionario que
va de 1789 a 1799: en lo concerniente a la ciudadanía. el contraste es más
evidente bajo el período de la Constituyente que en tiempos del Directorio.
La problemática aparece pues al tratar de esclarecer la paradójica evolución de la ciudadanía bajo la revolución. Destacaprecisamente el hecho
de que las condiciones reglamentarias de acceso a los derechos políticos
se vuelven más restrictivas a medida que el concepto va creciendo en su
dimensión jurídica y simbólica. Así ocurre en 1789 con la Declaración de
derechos del hombre y el ciudadano, momento en el que la ciudadanía es
*
Traducci6n: Nere Basabe.
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vivida como todo un acontecimiento, al mismo tiempo que la Asamblea elaboraba la Constitución de 1791 y el sistema censitario a dos grados. Y es
de destacar que los diccionarios socio-políticos dan cuenta del cambio conceptual con matices que hacen emerger diversas figuras de ciudadano. Así,
el Dictionnaire national et anecdotique de Chantreau ofrece por ejemplo
en 1790 una definición entorno al eje de la noción de sociedad civil:
CIUDADANO: [...] En el nuevo régimen, el ciudadano es concebido civil y moralmente; es un miembro de la sociedad que, no solamente
adquiere cargas civiles, sino que está igualmente cubierto de sentimientos que inspira la feliz libertad en la que vivimos.
El Dictionnaire de la constitution et du gouvernement franrais de
Gautier (1791) le da por su parte elvalor de uso del estado libre, en relación con el derecho subjetivo, que vincula la libertad a la ley:
CIUDADANO. Título del hombre libre en sociedad.
El hombre en sociedad es libre, en tanto que concurre en la formación de las leyes a las que habrá de obedecer, y siendo que esas leyes le
garantizan el pleno disfrute de los derechos recibidos de la naturaleza;
entonces decimos de él que esciudadano, es decir, miembro de la ciudad. [...] La cualidad de ciudadano no supone únicamente derechos,
sino que impone también deberes 1.
Es de destacar que la Académie, cuyos artículos estaban sin duda listos para publicar en el momento de la Revolución, acepta, de entre las dos
definiciones clásicas que oponían al uso histórico el valor moderno, la extensión del sentido al campo político yjurídico:
El nombre de Ciudadano, en su acepción estricta y rigurosa, se da al
habitante de una Ciudad [«Cité»], de un Estado libre, que tiene el derecho
de sufragio en las Asambleas públicas, y forma parte de la Soberanía.
Esta definición le confiere como vemos un valor conforme a la teoría
de la soberanía democrática. La generalización del uso del nombre de ciudadano bajo la revolución queda...
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