La noveLa
Una dolorosa constatación del ser humano esla de comprobar cómo la experiencia es un valor intransmisible. Lo es porque se trata de un asunto personal y, por lo mismo, exclusivo de cada persona. Cada uno debe descubrir la vida por su cuenta.Cualquier padre ha vivido esta situación cuando intenta transmitir a su hijo algo que sólo será aceptado, o al menos considerado, cuando el hijo lo conquiste por su propia decisión y por su propioesfuerzo. Solamente después de haber adquirido experiencia propia se decide uno a considerar sin recelo inicial la experiencia del otro. Así es la vida, pero no la ficción.
Lo que el padre o la madreno pueden hacer, un libro sí puede. Un libro es una conquista personal; la lectura, una propiedad única; la intimidad, una exigencia necesaria. Y como viene ocurriendo desde la misma tradición oraldel cuento, toda narración contiene de un modo u otro una enseñanza que procede de la experiencia. Lo que singulariza esa enseñanza es el hecho de ser elegida, aceptada, querida. Quien entra en unanarración, por la causa que sea, está aceptando considerar una experiencia ajena y lo hace como decisión personal; la asimilará, la discutirá o la sobrepasará, pero su actitud está dictada por lacuriosidad, que es la antesala del conocimiento. Y habrá empezado, además, a adquirir su experiencia literaria.
La primera vez que un niño abre una novela y entra de verdad en ella, siente –y eso lo...
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