La novia del cadete

Era un muchacho de 18 años, pero que aparentaba tener 23, y pensaba como si tuviera 40; había llegado ese primero de septiembre con un veliz lleno de ropa y varios furgones de ferrocarril repletos deilusiones e ideales. Venia del altiplano buscando en la mar lo intangible de sus limites que a sus retinas de costeño el valle de México había, durante tres años pasado en los claustros de sanIdelfonso, estrechado en las especulaciones de la lógica de Parra y en el materialismo de la Química y de la Biología. Descendió a la playa por un llamado de su sangre ancestralmente marina, y por el eco delas macetas de los calafates golpeando los cascos de los pailebotes que lloran con sonoridades de campanas rotas , las glorias de Nèlsones Criollos.
Quería ser marino “Hermanarse por la mar y lasangre, gota a gota” con aquellos forjados a golpes de mar en la estoicas aulas de la Escuela Naval; de sentir el legitimo orgullo por las venas al llamarse hijo del templo de Uribe y Azueta.
Y fue elsegundó día de su estancia en la Heroica Escuela cuando, sin desearlo, la conoció. El no era mas que un insignificante “novelòn” asustadizo y un poco huraño a sabiendas que tenia que lidiar concientos y tantos caracteres desconocidos y falseados, malévolamente, por personas ajenas al Plantel, al informarlo oficiosamente de las truculentas bromas que decían hacer victimas durante los 365 días, alos cadetes de nuevo ingreso a quienes los iniciados en las perdiciones de la Escuela llamaban cariñosamente “ potros”
Y cuando oyó a aquel Cabo, corneta, ventripotente y cuya “sombra de las cinco”lo hacia parecer más temible, decirle: Oiga joven, venga para acá”, al verlo acompañado de ella, nunca se imagino lo que significaría en su vida futura aquella, por ahora feliz presentación.
Eraella, según pudo saber después, hija de un Belga y de un súbdito de Guillermo II, nacida en la capital al pie del Cerro del Chapulín y en la espesura del poético bosque; sin embargo la prolongada...