La Numancia
Miguel de Cervantes Saavedra
Jornada I
Scena I
Salen primero CIPIÓN y JUGURTA.
CIPIÓN
JUGURTA
CIPIÓN
Esta difícil y pesada carga,
que el Senado romano me ha encargado,
tanto me aprieta, me fatiga y carga,
que ya sale de quicio mi cuidado.
Guerra de curso tan estraño y larga,
y que tantos romanos ha costado,
¿quién no estará suspenso al acabarla,
o quién notemerá de renovarla?
¿Quién, Cipión? Quien tiene la ventura
y el valor nunca visto que en ti encierras,
pues con ella y con él está sigura
la victoria y el triunfo destas guerras.
El esfuerzo regido con cordura
allana al suelo las más altas sierras,
y la fuerza feroz de loca mano
áspero vuelve lo que está más llano.
Mas no hay que reprimir, a lo que veo,
la furia del ejército presente,que, olvidado de gloria y de trofeo,
yace embebido en la lascivia ardiente.
Esto sólo pretendo, esto deseo:
volver a nuevo trato a nuestra gente;
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que, enmendado primero el que es amigo,
sujetaré más presto al enemigo.
¡Mario!
(Sale GAYO MARIO.)
GAYO MARIO
¿Señor?
CIPIÓN
Haz que a noticia venga
de todo nuestro ejército, en un punto,
que, sin queestorbo alguno le detenga,
parezca en este sitio todo junto,
porque una breve plática o arenga
les quiero hacer.
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GAYO MARIO
Harélo en este punto.
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CIPIÓN
Camina, porque es bien que sepan todos
mis nuevas trazas y sus viejos modos.
(Vase GAYO MARIO.)
JUGURTA
CIPIÓN
Séte decir, señor, que no hay soldado
que no te tema juntamente y te ame;
y, porque ese valor tuyoextremado
de Antártico a Calisto se derrame,
cada cual con feroz ánimo osado,
cuando la trompa a la ocasión le llame,
piensa de hacer en tu servicio cosas
que pasen las hazañas fabulosas.
Primero es menester que se refrene
el vicio que entre todos se derrama;
que si éste no se quita, en nada tiene
con ellos que hacer la buena fama.
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Si este daño común no se previene,
y sedeja arraigar su ardiente llama,
el vicio solo puede hacernos guerra
más que los enemigos desta tierra.
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(Dentro se echa este bando, habiendo primero tocado a recoger el atambor:)
Manda nuestro general
que se recojan, armados,
luego todos los soldados
en la plaza principal;
y que ninguno no quede
de parecer a esta vista,
so pena que de la lista
al punto borrado quede.
JUGURTA50
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No dudo yo, señor, sino que importa
regir con duro freno la milicia,
y que se dé al soldado rienda corta
cuando él se precipita en la injusticia:
la fuerza del ejército se acorta
cuando va sin arrimo de justicia,
aunque más le acompañen a montones
mil pintadas banderas y escuadrones.
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(A este punto han de entrar los más soldados que pudieren, y GAYO
MARIO, armados ala antigua, sin arcabuces; y CIPIÓN se sube sobre una
peñuela que está en el tablado, y, mirando a los soldados, dice:)
CIPIÓN
En el fiero ademán, en los lozanos
marciales aderezos y vistosos,
bien os conozco, amigos, por romanos:
romanos, digo, fuertes y animosos;
mas, en las blancas delicadas manos
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y en las teces de rostros tan lustrosos,
allá en Bretaña parecéis criados
yde padres flamencos engendrados.
El general descuido vuestro, amigos,
el no mirar por lo que tanto os toca,
levanta los caídos enemigos
y vuestro esfuerzo y opinión apoca;
desta ciudad los muros son testigos,
que aún hoy están cual bien fundada roca,
de vuestras perezosas fuerzas vanas,
que sólo el nombre tienen de romanas.
¿Paréceos, hijos, que es gentil hazaña
que tiemble del romanonombre el mundo,
y que vosotros solos en España
le aniquiléis y echéis en el profundo?
¿Qué flojedad es esta tan extraña?
¿Qué flojedad? Si mal yo no me fundo,
es flojedad nacida de pereza,
enemiga mortal de fortaleza.
La blanda Venus con el duro Marte
jamás hacen durable ayuntamiento:
ella regalos sigue; él sigue el arte
que incita a daños y a furor sangriento.
La cipria diosa estése...
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