la obra
Todo me parecía hermoso; el viento acariciándome el rostro, el cielo azul...
Eduardo Acevedo Díaz, Ismael, WikisourceEspera un momento, no te vayas; aún no he terminado.
Me ha llamado muy temprano; aún estaba en la cama.
Aquélla era la gente que había leído durante años; ahora me codeaba con ellos.
He calculado lascorrecciones; ahora debemos aplicarlas.
Había hecho todo lo que podía; ahora estaba fuera de su alcance.
Tiempo atrás, el coche había sido brillante; ahora estaba sucio y manchado.
Por favor,continúe; le escucho.
Me enfadé y se echó a reír; le amenacé y dio dos pasos atrás.
Lo que me cuenta es imposible; le habrán informado mal, o yo que sé.
Una fatiga intensa le atenazó; incluso suspárpados le pesaban.
La llanura se despejó con rapidez; incluso los oficiales se unieron al éxodo.
Tiré el papel a un rincón; incluso creí haberlo rasgado.
Ha trabajado sin descanso; incluso ha dormidoen las oficinas del periódico.
No ha sido un accidente; lo han hecho adrede.
Es demasiado sencillo; lo habrán escrito para estudiantes de instituto.
No está tratando de engañarnos; lo dice de veras.He fregado los platos del desayuno antes de irme; lo hago siempre.
No se ha retrasado usted; he sido yo quien se ha adelantado.
No es el primero; ha habido otros antes que usted.
¡Dios mío, tuhombro; has recibido un disparo!
Estaba a un par de manzanas del lugar; eso era suficientemente cerca.
La casa era seca y caliente; eso era un alivio.
El sol en las montañas, el misterio de losbosques; eso vi los días que pasé en América.
De todas formas era sólo una información, nada más; eso no es problema suyo.
Las calles estaban vacías, los bares vacíos; era cerca de media noche.
Allí nohabía nada; era simplemente una enorme hilera de cobertizos vacíos.
Nunca faltó a un estreno, ni se comía una sola línea del texto; era un animal de teatro.
En realidad no sabía nada sobre él;...
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