La Olla Y El Avaro

Tres obras que imponen desde lo más alto de la tragedia[1] y la penetra con una luz que sin atenuar nada lo pone todo en su lugar, falta aun que Orestes y Electra nos llega del fondo de esta historia y como desprendidos de sus mismos autores, obras maestras absolutas ¿obras maestras sin defectos? Seguramente que no, pero ricas en una sustancia literaria sumamente actual que retoma la problemáticade sumisión del individuo como respuesta del miedo por la conquista del otro. Relatos inextinguibles sobre el hombre y su condición siguen desmenuzados, el cual va a recorrer un mismo mito convertido en materia trágica por tres autores diferentes, en diferentes contextos históricos; a saber: “Las moscas” de Jean Paul Sastre[2], “El reñidero” de Sergio De Cecco[3] y “Electra” de Sófocles[4].
Acontinuación se indagará esta hipótesis a través de las obras antes mencionadas.
En Primer lugar y para dar comienzo al desarrollo se hablará de la obra “Las moscas” de Sastre para reconocer dentro de la misma las implicancias de sumisión del hombre, y cómo las representa dicho autor. A partir del mito de Electra, Sastre sitúa la acción en la cuidad de Agros, en la cual se ha cometido un crimen –todavía impune- y que busca redimirse con culpa y engaño de su pueblo. Con su amante, el actual rey Egisto, la reina madre Clitemnestra, asesinó al padre de Electra y Orestes, y por maldición divina invade la cuidad y a sus habitantes una plaga de moscas.
Adicionalmente Egisto y clitemnestra obligan al pueblo a guardar luto y celebrar la fiesta de los muertos como un medio de control yexpiación: todos temen el regreso por una noche de sus muertos agraviados
“Niño: ¿Por ahí han de venir?
L a mujer: Sí
Niño: Tengo miedo
La mujer: Hay que tener miedo, querido mío. Mucho miedo. Así es como se llega a ser hombre honrado”. (Sartre. Las Moscas. P 51).

Al final, Júpiter debate rudamente con Orestes buscando que este muestre arrepentimiento por asesinar a Clitemnestra y Egisto,buscando con ello otra forma de sumisión, conformismo, luto y sobretodo, una culpa paralizante. El héroe no acepta la culpa y decide aceptar su acto, entendiendo que lo liberó y le dio identidad, y aunque abandonado por Electra, en su soledad, declara:

“Extraño a mí mismo, lo sé. Fuera de la naturaleza, contra
la naturaleza, sin excusa, sin otro recurso que en mí. Pero
no volveré bajo tu ley;estoy condenado a no tener otra ley
que la mía. No volveré a tu naturaleza; en ella hay mil caminos
que conducen a ti pero solo puedo seguir mi camino.
Porque soy un hombre, Júpiter, y cada hombre debe inventar
su camino. La naturaleza tiene horror al hombre y tú, soberano,
de los dioses, también tienes horror de los hombres” (Sartre. Las Moscas. P 73)
El autor plantea el miedo desde unapostura- en base a su contexto socio- histórico- sumamente existencialista[5] enfocando al miedo como una condición humana impuesta por la conquista de un “otro” más poderoso, un miedo que enajena y paraliza, como en el caso del pueblo en la obra. Lo que logran los reyes de Agros es el control de su pueblo a partir del miedo quitándoles así la libertad del cuerpo pero aun más la libertad de pensamiento;libertad que Orestes lleva implantada:

“EGISTO: ¿Son tan peligrosos?

JÚPITER: Orestes sabe que es libre.

EGISTO: Sabe que es libre. Entonces no basta cargarlo de cadenas. Un hombre libre en una ciudad es como una oveja sarnosa en un rebaño. Contaminará todo mi reino y arruinará mi obra. Dios todopoderoso, ¿qué esperas para fulminarlo?”. (Sastre. La moscas. P 100)
El miedo es sin dudael instrumento clave de la dominación del pueblo.
El hombre libre es justamente un hombre sin miedo, sin remordimientos, que
acepta como suyas las consecuencias de sus actos.
Tanto el poder político como el poder religioso utilizan la debilidad del
ser humano en este aspecto: “del miedo y la conciencia intranquila emana una
fragancia deliciosa para las narices de los dioses” dice Júpiter....