La Oracion De La Rana
la rana.
Anthony de Mello.
Editorial Sal Terrae
Santander
1988
7 edición (1991)
Tomos 1 y 2.
ÍNDICE
ÍNDICE 2
Prólogo 3
Advertencia 5
Oración 7
Sensibilidad 17
Religión 25
Gracia 44
Los Santos 49
El Yo 59
Amor 67
Verdad 79
Educación 89
Autoridad 99Espiritualidad 109
Naturaleza humana 123
Relaciones 134
Servicio 142
Iluminación 153
Prólogo
La primera imagen que yo conservo de Tony de Mello es de hace treinta años, y se localiza en Lonavla, en la misma casa que mucho más tarde se convertiría en el Instituto Sadhana.
Tony era entonces un estudiante jesuita, pero ya se dedicaba a enseñar alos jóvenes que acababan de concluir su noviciado. El grupo había subido a la casa de campo de San Estanislao para pasar unas breves vacaciones. Recuerdo que estaban Tony y unos cuantos “juniores”, como nosotros les llamamos, pelando patatas a la sombra de unos árboles que había junto a la cocina, y, mientras tanto, él entretenía a sus receptivos oyentes con su inagotable repertorio de chistes.Desde entonces, muchas cosas nos han ocurrido a todos, el propio Tony pasó en todos estos años por innumerables etapas de crecimiento y de cambio, de campos de dedicación y de interés... y de servicio real. Pero nunca dejó de ser un incomparable narrador de cuentos. Pocas de sus anécdotas eran de su propia cosecha, y algunas ni siquiera eran demasiado buenas; pero en sus labios todas ellasresultaban rebosantes de sentido y de intención, o simplemente divertidas sin más. A este respecto hay que reconocer que cualquier tema que él tocara se hacía vivo e interesante y captaba la atención.
El regalo de despedida que nos ha dejado, y que indudablemente habrá de tener tanto éxito como sus anteriores libros, es “La oración de la rana”. Aunque Tony no era muy dado a hablar de suproducción literaria; sí era muy meticuloso en la edición de sus obras. Lo último que hizo en la India, antes de tomar el avión para los Estados Unidos, fue pasar más de tres horas con el editor ultimando los detalles de su manuscrito.
Aquello tuvo lugar durante la tarde del 30 de mayo de 1987. Y el 2 de junio lo encontraron muerto en el suelo de la habitación que ocupaba en Nueva York, víctima deun fulminante ataque cardíaco. Entretanto, había tenido tiempo para escribir una larga carta a un íntimo amigo en la que, hablando de sus primeras experiencias, le decía: “Todo ello parece pertenecer a otra época y a otro mundo. Creo que actualmente todo mi interés se centra en otra cosa: en el "mundo del espíritu", y todo lo demás me resulta verdaderamente insignificante y sin importancia. Lascosas que tanto me importaban en el pasado ya no tienen interés para mí. Lo que ahora absorbe todo mi interés son cosas como las de Achaan Chah, el maestro budista, y estoy perdiendo el gusto por otras cosas. No sé si todo esto es una ilusión; lo que sí sé es que nunca en mi vida me había sentido tan feliz y tan libre...”.
Estas palabras dan una idea bastante aproximada de cómo era Tony -y decómo le veían los demás- en su última etapa, antes de que nos dejara tan inesperadamente, cuando faltaban tres meses para que cumpliera cincuenta y seis años. Y ya ha comenzado a surgir en torno a él una serie de libros, una verdadera leyenda dorada, escritos por muy distintas personas de todos los rincones del mundo. No pocas de ellas han afirmado que nunca lo conocieron directamente, pero quehabían quedado profundamente afectadas por sus libros. Otras han tenido el privilegio de una profunda relación con él. Y otras sólo han experimentado brevemente la magia de su palabra hablada.
No son muchos los que compartirían plenamente todo cuanto él dijo o hizo, especialmente cuando traspasaba los límites establecidos de la aventura espiritual (ni tampoco Tony esperaba que le siguieran...
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