La Ormiguita Cantora Y El Duende Melodia
Dr. Humberto M. Rasi y Dr. Mario Veloso
“De cierto, de cierto te digo, que lo que sabemos hablamos, y lo que hemos visto, testificamos.” Juan 3: 11
¡Qué alegría poder dirigirme a ustedes como restauradores de la familia de Dios, como formadores de la raza humana, como orientadores de cada generación que llega al mundo y se preparan para hacer la vida y para bienvivirla! Ustedes enseñan, implica un saber. Yo quisiera hablarles de ese saber; porque, como dijo Cristo, “lo que sabemos hablamos.”
Estas palabras aparecen en una conversación de Cristo con otro maestro. Nicodemo era el maestro de Israel; y Cristo, el maestro de Dios. El texto es Juan 3: 1-15. Conversación de profesores. Y, ustedes lo saben muy bien, está siempre relacionada con supropio saber y la enseñanza.
El saber del maestro de Israel
El saber del maestro de Israel es extraño y contradictorio. En primer lugar saber y no saber. En segundo lugar sólo sabe el qué; del cómo no sabe nada. ¿Puede ser un buen profesor alguien que esté en esta situación? Puede. Y puede que no. Depende de qué sea lo que sabe; y qué, lo que no sabe. Después de todo, todos tenemoscosas que sabemos y cosas que no sabemos. Pero veamos el caso más de cerca.
¿Qué sabe?
El maestro de Israel sabe que Cristo es maestro y sabe por qué. Y sabe también que un viejo no puede entrar otra vez en el vientre de su madre y nacer de nuevo.
Una nueva contradicción. Pretende poseer el conocimiento espiritual pleno, pero sólo posee un tipo de conocimiento comprobable por medio delos sentidos. “Sabemos – dijo- que has venido de Dios como maestro, porque nadie puede hacer estas señales, si no está Dios con él” (Juan 3: 2). Tiene un conocimiento limitado y no lo percibe. Su percepción falsa es trágica, porque él cree que sabe y no sabe.
“Sabemos,” dice. Y Juan registra su presunción con el verbo oída. Este verbo se refiere al saber directo, intuitivo, sin proceso,indubitable, que se capta como la verdad de un axioma. Es la percepción mental pura, en contraste con las conjeturas, o con el conocimiento recibido de otros. Es percibir y entender sin confusiones. Es saber el cómo y poseer la habilidad para fabricar algo sin defecto. Es tener el conocimiento en forma plena. Pero Nicodemo no lo posee. Aunque él pretende tener un conocimiento auténtico ytotal, su conocimiento de Cristo no es un saber, es sólo un reconocer. Está basado en señales. Prodigios extraordinarios, pero visibles. Acciones milagrosas, pero reales. Actos de origen divino, espirituales y trascendentes, pero captados, básicamente, por los sentidos. Las señales para Nicodemo, como para la multitud que seguía a Cristo, eran la experiencia única de su conocimiento espiritual(Juan 6: 2,30). Mucho antes de Locke (1632-1704), y sin saberlo, Nicodemo era empirista; porque su conocimiento se derivaba de la experiencia sensible.
El conocimiento basado en la experiencia no le ofrecía ninguna posibilidad de nuevo nacimiento. “¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo? Interrogó Nicodemo. Nadie ha vuelto al vientre de su madre para nacer de nuevo. No hay experienciahumana al respecto. Es imposible.
-Nicodemo, no se trata de lo que has vivido. Se trata de lo que vivirás. Porque si no lo vives, no vivirás en el reino de Dios. Tampoco se trata de una experiencia sensorial. Se trata de una vivencia espiritual cuya realidad tú debes aceptar como aceptas el movimiento del viento, que no ves, ni sabes de dónde viene, ni adónde va. En la vida espiritual haysiempre más que la experiencia sensorial de tu pasado. Existe una vivencia de riqueza racionalmente indescriptible. Existe mucho más que la simple extensión futura de tu vida natural, enriquecida. Mucho más que tu persona progresando en el saber y en la experiencia. Mucho más que un cambio de viejos paradigmas de la vida que se agotan y caducan como el tiempo. Hay una nueva vida, un nuevo ser,...
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