La Otredad En Los Textos

SOBRE PERTURBANDO EL TEXTO COLONIAL
Para comenzar con el análisis de este texto, nos encontramos en la necesidad de reconocer que ante nosotros existe otro. Ese otro ha sido abordado desde siemprepor la antropología, aquel que no es como nosotros es el sujeto-objeto de estudio de la antropología así como de la sociología, el otro en el espacio (distinto al nuestro).
La historia lo habíaabordado como otro en el tiempo, otras épocas, otros lugares pero básicamente al otro que ya no es en el hoy. Sin embargo ese otro estudiado desde la historia es siempre el otro que puede dejar su voz,ese otro puede grabar su testimonio en el documento, y eso es lo que atesora el historiador, el testimonio escrito de las otredades que tuvieron voz.
Ahora bien, existió otra voz, la voz de los que noacceden al registro de sus testimonios escritos, aquellos que alguna vez vivieron la otredad compartiendo con sus contemporáneos el tiempo y el espacio mas no el derecho a ser escuchados, a sertomados en cuenta.
Y es en estas voces, que han constituido el silencio, las que se quiere recuperar en propuestas como la de Bidaseca. Es importante aclarar que para la autora, que retoma a algunosautores que se han hecho reconocer como autores de la subalternidad, la identidad del otro surge en oposición al nosotros, no se puede reconocer otro a menos que se le excluya de lo nuestro.
Y es entoncesque esta relación establecida entre el yo y el otro se constituye en base a la descalificación del otro y su dominación o la asimilación de su otredad dentro de lo propio, dejando ya sin cualidadesque le daban el ser otro.
Por lo tanto si seguimos esta lógica, quien domina, quien tiene el poder, decide que el otro no tenga voz por descalificación o decide que no tenga voz propia porque la haperdido en el momento de la asimilación.
Vaya tarea la de los historiadores de la subalternidad. ¿Cómo se ha de rescatar esa voz de los que no la han tenido a lo largo de la historia?
Entendamos...