La Palabra

Evidentemente podemos ser testigos de los abundantes hechos que cada ser con el poder de el raciocinio es capas de observar mediante un proceso inferencial de que la palabra va en una inclinadadecaída fielmente acompañada por su compañero el pensar. Basta con citar las cifras—el adolescente promedio tiene bajo su dominio diario aproximadamente entre ciento cincuenta y doscientas palabras,menos del zero punto uno porciento de las palabras que existen en el idioma español. Este numero tan bajo es un producto de continuo empobrecimiento de la palabra, un efecto que parece sacado de unatrama de conspiración de una novela de Aldous Huxley.
En el libro “Brave New World” de Aldous Huxley presenciamos una sociedad que es oprimida por el placer y la comodidad. Un mundo donde no motivopara censurar un libro ya que nadie quera leer alguno cuando tiene comodidades como la televisión, el Internet, etcétera. ¿Que relación tiene aquello con el empobrecimiento de la palabra? Veremos quemucha, ya que vivimos en una era donde la gran mayoría de los adolescente—el futuro de la sociedad—prefiere satisfacer el placer carnal de la distracción con medios tales como las comodidadesmencionadas previamente en lugar de enriquecer su mente con actividades tales como disfrutar de la lectura, el teatro, etcétera. Ese comportamiento autodestructivo lleva al adolescente a un estado desumisión y empobrecimiento mental—pero dejando a un lado las teorías de conspiración—podemos plantear la siguiente pregunta. ¿Como exactamente lleva el empobrecimiento de la palabra a aquel de la mente?La palabra es una herramienta de comunicación indispensable para el ser humano—su complejidad es lo que nos separa de cualquier otra especie de animal bidupeda. El poder de transmitir ideas entre unser humano y otro es algo muy poderoso ya que podemos funcionar como una red de mentes—o una sociedad para lograr objetivos monumentales. La palabra nos puede llevar a expandir nuestros horizontes...