La Palomera

No sé que día es hoy. Se escucha la lluvia y me he despertado sin haber descansado mucho. Cómo el cielo esta nublado me es imposible saber que hora de la mañana es y tengo ya mucho tiempo en que me rehuso a depender de un reloj. Supongo ha de ser algo temprano, no se escucha mucho trafico en la avenida. Me preparé café y unas galletas de coco para acompañarlo mientras me leía el diario en elcomedor de la casa. Cuando terminé de leer, después de muchas tazas de café y dos paquetes de galletas, me propuse ir a caminar por la calle. Seguia lloviendo y por alguna razón no me tomé la molestia de buscar un paraguas. Mi traje se encontraba empapado y yo caminaba sin rumbo, no sabía a donde iba, tampoco sabía donde queria estar.
Me di la vuelta aleatoriamente para volver por donde venía, apasar por los mismos lugares que acababa de ver hace unos instantes. Quizá ahora podrían ser diferentes, definitivamente lo eran, o quizá el diferente era yo, nunca lo sabré, habían pasado solamente unos minutos y por razones que no quiero entender todo me parecía muy distinto. Era raro no querer volver a casa, siempre me dije a mi mismo que mi casa era el único lugar donde podia estar verdaderamentecómodo, pero ahora no tenía ningun deseo de pasar el día ahí. Después de darme cuenta de cómo en cuestión de minutos todo cambia me pareció apropiado permanecer en un solo lugar por algun tiempo, en cuanto pensé eso entré a la librería más cercana a tomar un libro y sentarme a leer.
Era un libro que trataba sobre la postmodernidad y los tiempos actuales y yo estaba lejos de entender algo de lo quefuese mencionado en aquellos parrafos. De pronto cual si fuera una llamada del destino (el cual no creo que exista) me llamó la atención una pequeña ave que se encontraba cerca de la ventana, al lado de la mesa en la que yo me encontraba haciendome el interesante. Se fue volando y yo no sabía a donde había ido, tampoco me importaba, pero supuse que si ella sabía a donde iba entonces me podríaayudar a mi, a saber a donde voy. Salí con mucha velocidad de la librería dejando el libro en el primer estante que se me cruzó enfrente y pude notar la cara de disgusto del empleado al saber que el libro estaba mal colocado y que tendría, él, que venir a moverlo a su lugar correspondiente.
En la salida de la librería me percaté de la presencia de muchas palomas negras en la calle, había tambiénmuchas migajas de pan en el piso y por eso es que se encontraban ahí devorando el alimento como los animales qué son. Entre todas las palomas negras, había a lo lejos una de color blanco, que por ser diferente llamó mi atención y que sin pensar ahullenté al querer acercarme. Pero no se fue muy lejos, permaneció en la misma calle y comenzó a volar muy bajo y de manera suave. Supuse entonces que ellaera la paloma que me diría donde debería de estar. Poco a poco, a distintos ritmos entre los cuales tuve que correr un poco o casi permanecer quieto en otros, porfin llegue a las puertas de una casa que tenía mucho tiempo de no ver. Permanecí en mi lugar sin importarme más a donde es que fuera a ir la paloma, llamé a la puerta y esta se abrió para revelar un rostro bello que tenía años de no ver yque por lo menos ahora, me parecía incoherente habermele alejado tanto tiempo.
-- ¿Qué haces aquí? Preguntó ella.
-- La he seguido hasta aquí - a esta bella paloma - por alguna razón supuse que debía hacerlo y no estaba equivocado. La seguí, por supuesto, sin que ella lo supiera, sin tener aún claro yo a donde me conducía su alternado aletear. Pero por lo visto no fue un error, el ser humanotiende a tomar las mejores decisiones cuando no está preparado para afrontar las consecuencias. De esta forma la culpable era ella - la paloma - que me ha traído hasta aquí, pues fuera a donde ella hubiese volado, yo la hubiera seguido. Es culpa de ella haberte encontrado, pero ahora se fue y yo he decidido quedarme, por eso, puedes culparme a mí. Por lo visto, quizá solamente es culpa de la persona...