La paradoja de la Ilustración en Kant
Más aún, para enfatizar esta ambivalencia en el uso de la razón, traslada estadistinción a una frase que atribuye como propia de un monarca ilustrado: ¡Razonad todo lo que queráis y sobre lo que queráis, pero obedeced!
Es entonces cuando el autor advierte la paradoja que encierra el camino hacia la Ilustración: «Un mayor grado de libertad ciudadana parece ser ventajosa para la libertad del espíritu del pueblo y, sin embargo, le fija barreras infranqueables. En cambio,un grado menor de libertad le procura el ámbito necesario para desarrollarse con arreglo a todas sus facultades.»2
De forma inevitable surge en el lector la perplejidad ante la contradicción misma de la idea de una autonomía restringida. En determinado ámbito se disfruta de libertad ilimitada para pensar, mientras que en otro esa libertad se permuta por obediencia, exigiéndose una dicotomía dela razón sin importar las contradicciones que produzca. Siendo más agudos, sorprende que luego de exhortaciones tales como sapere aude!, Kant aboga por el sometimiento de la razón en vista de fines públicos, entre los que paradójicamente se encuentra el de lograr la emancipación de la razón.
A continuación se exponen algunas nociones referentes a este distingo del uso de la razón, con el objetode colaborar en su comprensión y, en la medida de lo posible, de ayudar a dimensionar su relevancia y de generar discusión respecto a su repercusión tangible.
Uso público y uso privado de la razón
Kant define de la siguiente manera estos conceptos: «Entiendo por uso público de la propia razón aquél que alguien hace de ella en cuanto docto (Gelehrter) ante el gran público del mundo de loslectores. Llamo uso privado de la misma a la utilización que le es permitido hacer en un determinado puesto civil o función pública.»3
Puede entenderse entonces el uso público de la razón como la libertad de expresión en tanto como entendido en la materia sobre la que se opina.
Para entender el uso privado de la razón, parece pertinente la aclaración que hace Foulcault al respecto: «Dice Kantque el hombre hace uso privado de su razón cuando es “una pieza de una máquina”; es decir, cuando tiene que cumplir un papel en la sociedad y tiene que ejercer algunas funciones: ser soldado, tener que pagar impuestos, estar a cargo de una parroquia, ser funcionario del gobierno; todo ello hace del ser humano un segmento particular en la sociedad. Se encuentra uno a sí mismo ocupando una posicióndefinida en la que debe aplicar reglas y perseguir fines particulares. Kant no solicita que se practique una obediencia ciega y estúpida; más bien solicita que se haga un uso de la razón adaptado a esas circunstancias determinadas, y en ese entonces la razón debe someterse a esos fines particulares. En consecuencia, no puede haber, en este caso, uso libre de la razón.»4
Como nota al margen, talvez cabría investigar con precisión el significado original que otorga Kant al uso privado de la razón. Curiosamente en su traducción al español, la palabra “privado” podría entenderse tanto en su sentido calificativo como en su sentido verbal.
Interpretaciones
El alcance profundo de este contrasentido podría justificarse desde la teoría de la racionalidad que Kant desarrolla,particularmente si se repara en el carácter sagrado que otorga a la noción de deber, precisamente «porque en él se manifiesta la última racionalidad de lo moral».5
Pero en esta ocasión no se ahondará sobre tal asunto, tanto porque corresponde a otro tipo de investigación, como porque, más allá del marco teórico que Kant pudiera estructurar para sostener esta distinción, en principio se debe intentar...
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