La Patética Regresión

“La Patética Regresión Ad Infinitum al… ¿Delito Original?”

(…a propósito de lo sucedido en General Villegas)

Por Juan B. Tingueli

Nada que perder. Sensación devastadora que habilita el emergerde nuestro ser real y verdadero, totalmente ajeno a la estructura social y despegado abruptamente de lo socialmente determinado y aceptado pasivamente en pos del establecimiento del tan anhelado“orden”. ¿Anhelado por quién? ¿Quién sabe? Excusas legitimantes del corrimiento del telón de este primer acto: “La Mentira de la Vida”. No sería mejor ejercer la contemplación de “La Verdad de la Muerte”.Cuando tenemos la certeza de que nos vamos a morir, de que nuestra vida, existencia o como quiera que se llame, llegará a su fin, comenzamos a ser nosotros mismos. Quien no ha sido interrogado sobre quésería lo último que haríamos si supiéramos que mañana arribaría el Fin del Mundo. Beber hasta la muerte. Experimentar la sexualidad en su máxima expresión. Sentirnos vivos aunque sea por un instantedentro de tan patética mentira. Seguramente palabras como dignidad, moral y ética se volverían flexibles y cederían frente al mayor de los valores y tesoros que ha dado la mismísima humanidad: El Placer.Reprimimos todo el tiempo ese sentir. Por nuestra educación religiosa, porque nuestros progenitores están en desacuerdo, porque la ley dice que existe una prohibición al respecto, porque la monogamiaestá culturalmente impuesta, porque el sudor de nuestra frente en el marco del trabajo asalariado y esclavo será el que nos dará el sustento, y no una actividad más placentera y acorde a nuestrosintereses y gustos personales. Hoy en día, vivenciamos la regresión patética y deplorable a aquél sacrosanto juicio moralizador de la conducta pública y privada de la mujer, como si fuésemos nuevamenteespectadores de las directivas del “Malleus Maleficarum” de Heinrich Kramer y ]acobus Sprenger, dirigidas como en el siglo XV a enderezar la curvatura de la costilla del primer hombre y a...