La Patagonia Rebelde (1974)
Pablo Román Caballero
Salmos 9
1 Te alabaré, oh Jehová, con todo mi corazón;
Contaré todas tus maravillas.
2 Me alegraré y me regocijaré en ti;
Cantaré a tu nombre, oh Altísimo.
Preámbulo
La alabanza a Dios suple una necesidad en nuestras vidas que nada más puede llenar. Declara nuestros sentimientos hacia nuestro Padre Celestial en unaforma que de ninguna otra manera pudiéramos manifestárselo. Ni siquiera en la oración podemos decirle a Dios lo que le podemos decir en la alabanza.
La alabanza y adoración a Dios fue establecida por el mismo Señor debido a su naturaleza. La hermosura de su Santidad provoca alabanza. Delante de su Santidad todo ser queda tan perplejo, tan admirado, que solo en alabanzas podemos declarar lo queestamos viendo, lo que estamos sintiendo, lo que estamos viviendo en tan maravillosa experiencia.
I. Alabando con el alma.
Salmos 146
1 Alaba, oh alma mía, a Jehová.
El alma es donde nuestros sentimientos se encuentran. Sentimientos que llegan ahí por emociones que sentimos en nuestra carne y también por lo que mana (sale) desde lo profundo de nuestro corazón (espíritu).
En esteversículo, el salmista entiende la necesidad de alabar a Dios, pero no alabarlo solo con su mente, no, claro que no, el salmista estaba viviendo uno de esos momentos que vivimos los cristianos cuando algo dentro de nosotros gime por la necesidad de adorar a Dios. El salmista sentía la necesidad de decirle a Dios palabras que con su boca no podía encontrar.
He visto adoradores que alaban aDios desde el altar bien preocupado por como ellos se están escuchando o viendo. Pero he visto a otros que le alaban como si nunca le hubiesen alabado y tienen en ese momento que decirle todo lo que están sintiendo. Adoradores que adoran como si no hubiese más tiempo, como si es hoy el día que Dios hizo para que se le alabase. Adoradores que caen en bendición con tan solo abrir sus bocas, adoradoresque sienten esa divina presencia de Dios corriendo por sus cuerpos como ríos de agua viva. Adoradores que no saben la diferencia entre cantar o llorar porque las lágrimas inundan sus rostros de gozo por saber que han podido tocar su manto, alcanzar su
Presencia, y por un momento saber lo que es estar en un pedacito de cielo aquí en la tierra.
Juan 4
23 Mas la hora viene, y ahora es, cuandolos verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren.
Hay adoradores que provocan la presencia de Dios. No porque lo hagan con ese motivo en mente. Estos son adoradores que adoran en Espíritu y en Verdad haya audiencia o no, son adoradores que no adoran con sus mentes ni con sus intelectos pero con sus corazones."Te alabaré, oh Jehová, con todo mi corazón;" dice el salmista. Con todo mi corazón Señor porque eso y más mereces tú de mí.
II. Nuestra fe aumenta cuando le alabamos.
"Contaré todas tus maravillas;" y contándolas hare memoria del Dios tan grande que sirvo. Al contarlas me acordare que mi Dios es un Dios de poder y es un Dios que se acuerda de sus hijos.
Me acordare de tus milagros ylos confesare delante de ti, y aunque no haya nadie para oírme, mis oídos los escucharan de nuevo y ellos se volverán a maravillar y te alabaran por tu grandeza. Confesare de cada una de las veces que has sanado mi cuerpo y diré que tú eres Jehová mi Sanador y sé que mientras declare cada una de tus sanidades y haga memoria de tu compasión, mi fe aumentara y aun si ahora hubiese dolenciacastigando mi cuerpo, en medio de mis alabanzas estas serán sanadas.
No hay situación que sea más grande que tú. Grande en verdad es el universo y este es hechura de tus manos. Pequeño es mi problema delante de un Dios tan grande como tú.
Ves amado, en la oración pedimos por el problema, en la alabanza damos gloria al Dios que soluciona los problemas. En lugar de decir, Señor protege a mi hijo y...
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