La paz de hitler
(Este libro fue escrito por Federico de Urrutia en 1939). Al Führer, canciller del Gran Reich, Adolfo Hitler unidos mis votos a los de toda la Alemania nacionalsocialista por una paz mundial justa, honrosa y duradera, cara al ancho camino de su historia Federico de Urrutia.
Un lenguaje universal: La razón.
No pretendo con estas líneas levantar una inquietudsensacionalista ni mucho menos influir en la formación de un estado de opinión. El Caudillo, en sabia providencia, ha ordenado a los españoles la más estricta neutralidad ante el actual conflicto europeo, y allá cada cual con su criterio y su conciencia, siempre que su actitud esté dentro de las normas de conducta marcadas por nuestro conductor y de los altos y sagrados intereses de la Patria. Hay unlenguaje universal con el que se entienden siempre en buena lógica todos los hombres de buena fe sobre la tierra. Este es, el de la Razón. Sería pueril, pues, no enfrentarse ante el caos bélico de Europa con ansia de investigar poseídos de un amplio espíritu analítico y objetivo, para sacar del trance guerrero todas sus enseñanzas. ¿Qué causas han lanzado a las primeras potencias del Continente auna lucha estéril y suicida? ¿Por qué se combate y se muere? ¿Qué defienden cada una de las Legiones en pugna? Hitler lo ha proclamado a los cuatro vientos del Mundo: “Alemania lucha por la reparación de una injusticia; sus enemigos, por el mantenimiento de la misma.” Estas palabras del Jefe del Estado Alemán son dignas de un detenido examen y corresponden en absoluto al criterio mantenido por él,desde que despertó a la inquietud política para verificar el milagro de la resurrección de su Patria, cercenando a golpes de hierro y cargado de Razón, todas las injusticias impuestas por el perturbador Tratado de Versalles en 1918. Puede afirmarse que, desde los días de la postguerra en que Adolfo Hitler abandona el hospital de Pasewalk, hasta la hora presente, su esfuerzo ha estado orientado entodo momento por la idea permanente de una Alemania redimida de las cadenas de aquel Tratado indigno, aceptado por unos traidores, según expresión del propio Adolfo Hitler: -El pueblo alemán -dijo- carece de derecho moral para reprobar la conducta del mundo adverso a Alemania, mientras no haya sentado en el banquillo de los acusados a aquellos alemanes criminales que vendieron y traicionaron a supropia Patria.
Naturalmente, que si el vergonzoso pacto impuesto al pueblo alemán por las potencias vencedoras de la Gran Guerra, produjo ya esta, indignación en Adolfo Hitler cuando con una fe de predestinado marcaba normas a sus adeptos desde el presidio de Landsberg, en donde le habían recluido aquellos enemigos de Alemania que se llamaban alemanes, pero que estaban vendidos a las intrigasuniversales masónicas, no es de extrañar que más tarde escribiera en su libro "Mi lucha” como un presagio de los actuales acontecimientos que vivimos, aquella otra frase de gobernante visionario: -No por virtud de ardorosas protestas, sino por la acción de una espada de golpe contundente, vuelven al seno de la Patria común territorios cautivos. Consecuente con esta consigna del Führer, Alemaniareincorpora al Reich los territorios del Sarre, después de un plebiscito en el que los alemanes obtienen una mayoría de un noventa por ciento de la votación popular. El día 16 de Marzo de 1935, Hitler rescinde la Parte V del Tratado de Versalles y restablece el Servicio Militar Obligatorio. Posteriormente, el Reich declara su plena soberanía sobre el territorio del Rhin, y las tropas alemanas ocupanla zona desmilitarizada. Más tarde, Alemania se anexiona el Austria por voluntad unánime del pueblo austríaco, por cuyas venas arde la sangre germánica, y últimamente se unen al Reich las tierras de Checoslovaquia, con los Protectorados de Bohemia y Moravia, que pertenecieron al Imperio Alemán. Toda esta política de resurrección y de justicia redimiendo núcleos etnológicos y territorios, la...
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