La paz en colombia
© Fidel Castro Ruz, 2008 © Sobre la presente edición: Editora Política, 2008
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ISBN 978-959-01-0850-1 EditoraPolítica Email: editora@unap.cc.cu Internet: www.pcc.cu Belascoaín No. 864, Ciudad de La Habana, Cuba
INTRODUCCIÓN
S un tema sobre el que prometí escribir. No era fácil hacerlo. Otros asuntos han ocupado mi tiempo. Ahora cumplo la promesa. ¿Fue objetivo y justo mi análisis sobre Marulanda y el Partido Comunista de Colombia en las Reflexiones publicadas el pasado 5 de julio de 2008? Nadiepuede asegurar nunca que sus puntos de vista carecen de subjetivismo; siempre se puede correr el riesgo de parecer injusto. Quien afirma algo, debe estar dispuesto a demostrar lo que dice y por qué lo dice. Mi desacuerdo con la concepción de Marulanda se fundamenta en la experiencia vivida, no como teórico sino como político que enfrentó y debió resolver problemas muy parecidos como ciudadano y comoguerrillero, solo que los suyos fueron más complejos y difíciles. Sería incorrecta la idea de que en Colombia y en Cuba se partía de las mismas circunstancias. En común compartíamos la ausencia inicial de una ideología revolucionaria —ya que nadie nace con ella— y de un programa para llevar a la realidad más tarde la construcción del socialismo. No cuestiono en lo más mínimo su honradez ni la delPartido Comunista de Colombia; por el contrario, merecen respeto, porque fueron revolucionarios, luchadores antiimperialistas, a cuya causa entregaron decenas de años de lucha. Lo explicaré. Cuando asesinaron al prestigioso líder popular Jorge Eliécer Gaitán el 9 de abril de 1948, Pedro Antonio Marín, campesino pobre que después adoptó el nombre de Manuel Marulanda en honor a un colombiano quemurió en la guerra de Corea, se incorporó al movimiento guerrillero liberal. Solo tenía 18 años.
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La paz en Colombia
Los testimonios sobre su vida son escasos, pero suficientes para satisfacer la curiosidad de un lector que desee información para aproximarse a los hechos referidos. He tratado de hurgar en diversas fuentes. Quien más sistemáticamente habló del famoso guerrillero fue elhistoriador colombiano Arturo Alape, cuyo rigor como investigador pude comprobar por mis relaciones con él. Es difícil que se le hubiera escapado un detalle. En varias oportunidades se reunió con Marulanda y las fuerzas guerrilleras. Durante meses convivió con ellas para escrutar los móviles y objetivos de su dura lucha. Puedo valorar correctamente la información que suministra. Pero no es la únicafuente, están los testimonios de Jacobo Arenas, intelectual y dirigente comunista enviado por su partido para atender al sector campesino, componente indispensable para la revolución en Colombia. El Partido Comunista de ese hermano país, como los otros de América Latina, grandes o pequeños, fueron miembros disciplinados de la Internacional mientras existió formalmente. Seguían la línea del PartidoComunista de la URSS. En los años de la Guerra Fría continuaron siendo reprimidos por sus ideas. Los medios de publicidad imperialistas y oligárquicos se ensañaron con ellos. El surgimiento de la Revolución en Cuba, sin vínculo alguno con la URSS pero basada en las enseñanzas del marxismo-leninismo, suscitó sentimientos contradictorios pero no antagónicos. En nuestra patria fueron superados y launidad se abrió paso, aunque no sin contradicciones ni sectarismos, entre los militantes y simpatizantes del antiguo partido con educación política avanzada y sectores de la pequeña burguesía radicalizados, pero permeados por el fantasma del anticomunismo. Las victorias del Ejército Rebelde, como primeramente se calificó a las fuerzas guerrilleras, fueron el factor decisivo en la fase ulterior de...
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