la pena de muerte
Escribe Victor Munguia
Las constituciones de 1823, 1826 y 1828 dejaban al Juez una amplia discreción sobre la aplicación de la pena capital, trayendo como consecuencia un abuso total de dicho poder discrecional por magistrados corruptos, miserables y mercenarios.
En 1856, la barbarie de dejar la suerte de los ciudadanos en manos de jueces poco probosy de cuestionada reputación tuvo como efecto la abolición de la pena capital, con lo que se dijo en esa época que el derecho peruano se ponía a la cabecera del sistema de justicia del orbe.Ridículo pero cierto.
Como siempre ha sucedido, los criminales creyeron que esto era una licencia para avanzar en la comisión de sus delitos y tal auge condujo a que por clamor popular la Constitución de1860 restaurara la pena de muerte para sancionar el homicidio calificado y traición a la patria.
Sinembargo, una emergente ola de liberales afectos a Europa,logra que en 1867, la Constitución aboliera la pena hasta que, en 1868, una nueva Carta Magna la reestableciera.
Tanta ha sido la desesperación de los abolicionistas que pese a que la Constitución de 1920 establecia la pena de muerte,mediante una simple ley la dejaron sin efecto transgrediendo el principio de jerarquia de las leyes.
Toda una burla que llevaba el trasfondo cursi y el sello huachafo de las fantochescas castas intelectuales de nuestro pais que se pelean por ser más groseramente imitadores de todo lo europeo, sin tener en cuenta para nada ni el espacio, ni el tiempo.
La huachaferia de los profanos, laignorancia temática de nuestros juristas y la convenciencia vulgar y procaz de nuestros polticos degeneraron el debate y aún lo siguen degenerando.
Contradictoriamente, un hombre salido de las filas de la tropa del Ejército peruano y educado por el movimiento facista en boga en su época tuvo que imponer sus ideas, su disciplina y su voluntad de sátrapa ante un pais desgarrado por tanto idiotasuelto dado a vivir otro Perú dentro de nuestra propia patria.
Fue el Presidente Luis M.Sanchez Cerro quien, ante una sociedad convulsionada por el caos, la anarquia y el brote criminal procede a reestablecer la pena, en la Carta Magna del 33.
La visión amplia del dictador, forjado en la escuela mussolinista, lo llevó a ampliar la medida e incluye al homicidio calificado ,traición a lapatria, espionaje, parricidio, violación de menores de siete años, asesinato por lucro, por envenenamiento, fuego o explosión, así como para los casos de robo agravado.
Sanchez Cerro era un tipo que creía que normas duras y rigidas hacen un pueblo más ordenado, civilizado y respetuoso de los derechos de los demás, ante el desgarro de las vestiduras de clérigos, cucufatos, y falsos liberales.Es asi que violadores de niños, asesinos de policías, asesinos de mujeres y demás escoria se vió en el paredón. A la muerte de Sanchez Cerro, sus leyes y la Constitución del 33 perdieron vigencia.
casos
Desde 1933, en que la nueva Constitución reestablece la pena de muerte, los condenados a la pena capital en el Perú han tenido la posibilidad de ser escuchados, defendidos y se puede decir,el derecho a un debido proceso.
Sólo en la época del infame velasquismo se dieron procesos sumarios que, por su celeridad misma, dejaban de lado la seguridad jurídica en pró de la celeridad procesal.
Uno de los casos más conocidos es el de Jorge Villanueva Torres (a) 'El Monstruo de Armendáriz', quien luego de violar, asesinó cruelmente a un menor. Caso similar al del tristemente célebredepravado apodado Pichuzo, Guillermo Lavalle Vásquez, lacra que ultimó a un niño a quien violó y luego mató sin compasión.
En la última epoca de gloria de los militares,Juan Velasco Alvarado y Francisco Morales Bermúdez se turnaron en el poder y aparte de futbol le dieron al pueblo fusilamientos, dirigidos contra los que atacaban a uniformados.
Era un pelotón de fusileros al mando de un...
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