La pena de muerte
Así se expresaba el escritor Víctor Hugo. Hoy, dos siglos después, esteargumento sigue teniendo absoluta vigencia en aquellos países que aun contemplan la pena de muerte como práctica legal.
El caso de Troy Davis, recluido en el “corredor de la muerte” desde 1991, yejecutado mediante inyección letal en la prisión estatal de Georgia el miércoles, pese a las serias dudas en torno a su culpabilidad contiene en si mismo las razones para estar en contra de esta penacruel.
Ese mismo día, Lawrence Brewer fue ejecutado también en Huntsville, Texas. Había sido condenado a muerte por su implicación en el homicidio de James Byrd, Jr., cometido en junio de1998. En Irán un adolescente de 17 años, Alireza Molla-Soltani, fue ahorcado el miércoles por la mañana ante una gran multitud en la ciudad de Karaj y en China Zahid Husain Shah, detenido en 2008 pornarcotráfico, fue ejecutado mediante inyección letal el mismo miércoles.
A pesar de estos dos tristes ejemplos comentados que equiparan a los países en la práctica de un castigo cruel inhumano ydegradante, la pena de muerte se bate en retirada. A día de hoy 139 países la han desterrado de su legislación totalmente o son abolicionistas de facto.
Cuando en 1948 se proclamó la DeclaraciónUniversal de los Derechos Humanos, tan sólo ocho países habían abolido la pena de muerte, sesenta y tres años más tarde la tendencia a ponerle fin es esperanzadora y se hace evidente la incompatibilidadde la declaración con esta práctica.
Pero todavía no es posible bajar la guardia, 58 países y territorios mantienen este castigo si bien el mayor número de condenas se dictan y ejecutan en unreducido número de países en los que China, Irán, Irak, Arabia Saudita y Estados Unidos ocupan los primeros puestos del ranking.
Este último país, que detenta el rango de potencia mundial,...
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