La Perdicion Del Hombre

 LA PERDICIÓN DEL HOMBRE.
Entre a mi habitación sin espera mucho; el dolor taladraba mi cabeza inaguantable. El viejo sentimiento de depresión que se había convertido en el fiel compañero de misoledad me era otra vez y como siempre familiar, insoportable las primeras veces, pero con experiencia había logrado convivir con ellos.
La noche anterior era en mi memoria como imágenes de agua y humo;turbias, mi mente se había encargado a través de los años de aislarme de recuerdos humillantes que mi otro yo hacía.
Ella entro al cuarto con un aura diferente; nostálgica e irreal. Bella como no habíavisto a muchas, una belleza inesperada que no invadía nada. La tranquilidad que emanaba me hizo omitir lo que mis sentidos agudizaban, el dolor paso a segundo plano; el olor a tranquilidad y humedaden el lugar desapareció; la tenue luz roja que me recordaba hasta donde he caído, se me figuro como un habitad natural. Todo eso se fue y en sus ojos vi la soledad que me persigue cuando veo mispropios ojos, nunca sentí algo tan familiar sin tan solo decir una palabra; percibí una enorme necesidad de quedarme ahí perdido en ese mundo caótico de sentimiento.
Se sentó en la cama y me pregunto siquería algo de desayunar:
-Algo caliente.
Salió de mi cuarto y unos segundos después volvió con 2 tazas de té caliente y se sentó junto a mí.
-gracias.
Me vio con una dulzura que nunca imagine
-¿teves cansada estas bien?
-estoy bien; aunque si, solo un poco cansada.
Quito sus zapatos, subió a la cama y me abrazo. La abrase, y sentí su piel fría, sentí su falta de calor; me acurruque entre subrazos.
No sabré el tiempo que paso, lo que parecía como días, como si hubiera estado ahí desde antes, y desde siempre. Cerré mis ojos y perdí la noción del tiempo.
Al despertar, su rostro estaba frenteal mío, me miraba; una mirada curiosa, una mirada genuina.
Se acercó y beso mi frente, sentía su respiración muy cerca y la escuche como la única cosa, como el único sonido en la habitación. Me...