La persona humana en la empresa de fin de siglo
LA PERSONA HUMANA EN LA EMPRESA DE FIN DE SIGLO
C U A D E R N O S
EMPRESA Y HUMANISMO
I N S T I T U T O
63
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CARLOS LLANO
LA PERSONA HUMANA EN LA EMPRESA DE FIN DE SIGLO
CUADERNOS EMPRESA Y HUMANISMO Nº 63
INDICE
SISTEMA Y PERSONA LA EMPRESA, REFLEJO DE LA PERSONA MAGNANIMIDAD DE LA PERSONA SENCILLEZ DE LAORGANIZACION
PERSONA Y TRABAJO ASOCIADO ASOCIACION Y DESCONCENTRACION EL SISTEMA DEL MERCADO NOTA BIOGRAFICA
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CARLOS LLANO
LA PERSONA HUMANA EN LA EMPRESA DE FIN DE SIGLO
CUADERNOS EMPRESA Y HUMANISMO Nº 63
Hablando de un modo general, las empresas al comienzo del siglo que da en estos años sus últimas bocanadasapostaban las cartas de su eficacia a la aplicación de los sistemas racionales. Podría decirse que toda organización de pretensiones magnas aspiraba a expulsar fuera de sí los aspectos sentimentales propios de las relaciones familiares, impropios de la dureza de los negocios. El hombre de negocios, precisamente, era aquél que actuaba con la frialdad de la cabeza (hombre de postura rígida y mandíbulacuadrada) y aplicaba sin contemplaciones los sistemas racionales bajo los que toda empresa debería de actuar, si quería hacerlo científicamente. Se acuñó muy pronto un término efímeramente clásico, valga la paradoja: administración científica de las empresas. Era el tiempo -recuérdese- en que Frederick Taylor1 establecía la industrialización en línea, y descuartizaba las operaciones humanas en suselementos átomos, inspirándose en los movimientos de la máquina. Era el tiempo recuérdese tambiénen que Henry Fayol2 dividía analíticamente las tareas de la organización en departamentos, y su dirección general en etapas secuenciales que debían recorrerse rigurosamente so pena de fracaso.
La administración científica de las empresas nació con pretensión de universalismo: a fuer de ciencia, eraválida para todas las ramas de productos, para todos los individuos productores y para todas las culturas en donde hubieran de aplicarse esos universales sistemas de producción. No olvidemos que incluso Lenin vio en el taylorismo el secreto de la eficacia del operario y el punto de partida para su liberación, siguiendo las ensoñaciones de Marx: el operario estaría indefectiblemente sujeto a lossistemas racionales de trabajo durante muy pocas horas, para dedicarse en las restantes a la caza, la pesca y la crítica literaria, como decía en sus tesis contra Feuerbach. Esta consideración del trabajo de las empresas, que se hizo efectivamente universal, tiene que verse desde un panorama cultural más amplio que el de la propia empresa, ya que sólo con una óptica en verdad abierta podrá valorarsejustamente, y prudentemente atemperarse.
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SISTEMA Y PERSONA
La racionalización del modo de hacer la empresa, la primacía de los sistemas racionales a que debían someterse sus operaciones, no era sino un aspecto de ese racionalismo ilustrado que recibió el nombre de modernidad.
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CARLOS LLANO
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CUADERNOS EMPRESA Y HUMANISMO Nº 63
En efecto, el proceso de modernización atendía fundamentalmente a los aspectos que pueden ser definidos y resueltos con criterios tecnológicos, ignorando o desacreditando aquellas otras facetas que tienen una relación directa con la identidad de los individuos. En esta modernización, así entendida, desaparece, queriéndolo o sinquererlo, la referencia seria a las personas 3. La aceptación del proceso de modernización traía consigo, junto al rechazo de las consideraciones sobre la persona, la marginación de la tradición y del patrimonio cultural de los pueblos, factores que resultaban incómodos, por lo menos, a esa manera de organizar el trabajo presuntamente universalista. Se sustituye al sujeto individual y real de carne,...
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