La perspectiva de lo japonés y/o lo oriental en el siglo xx

La perspectiva de lo japonés y/o lo Oriental en el siglo XX
Después de la iniciación y culminación de las grandes exposiciones de artes orientales de París, la victoria de la guerra ruso-japonesa y los viajes de cronistas occidentales, tanto europeos como hispanoamericanos, enviados a Japón y otras partes del Lejano Oriente, para cubrir y transmitir al lector los diferentes eventossocioculturales, políticos y económicos ocurridos en Asia; el Lejano Oriente empieza a desvanecerse en las prioridades de los lectores y en los periódicos.
Otros eventos importantes en la historia mundial como la Primera Guerra Mundial, la Gran Depresión experimentada en los Estados Unidos durante la década de los 30, el ataque de los japoneses a Pearl Harbor y los acontecimientos que se produjeron antesdel comienzo de la Segunda Guerra Mundial, la explosión de la bomba atómica en Hiroshima y Nagasaki, y la toma de poder de Fidel Castro en Cuba ocuparon la primera plana y el centro de atención en muchos periódicos, revistas y libros. El exotismo del Lejano Oriente, ante tan delicada realidad, dejó de ser uno de los temas creativos y acaparadores de los escritores en el mundo entero. Pero apartir de 1960, resurge un interés en el tema. Esto es palpable en la obra del escritor peruano Alberto Tauro, quien empezó a desviarse de los temas de mayor acaparamiento de interés en el mundo y publicó Crónicas del Japón (1960).
Alberto Tauro
El contenido de Crónicas del Japón (1960) está basado en aspectos de la vida de los japoneses en su país. La descripción que el autor relataidentifica imágenes y conocimientos adquiridos en el viaje que realizo al Japón. Su relato da principio, describiendo la travesía que emprende desde el vuelo hacia Tokio atravesando el Océano Pacífico. La acostumbrada y silenciosa presencia de las nubes donde parece no existir nada más, a poco tiempo deja vislumbrar los edificios iluminados anunciando la cercanía a Tokio.
El autor predeterminódividir su crónica en cuatro etapas para describir el Japón, su tradición y cultura, las que a su juicio probablemente consideró más importantes. La primera etapa es la reseña de la ciudad de Tokio y algunas de sus costumbres, el autor señala que Tokio es grande con todas las características fundamentales de una urbe; edificios altos, población de 9 millones en el año 1959 y que dentro de esatelaraña de características se podían observar destellos de las casas que marcan y luchan por conservar las tradiciones del Japón. Las puertas de esas casas dan pie a la hospitalidad que por tradición suelen ofrecer al extranjero. Tratándose de las calles y su trazo, éstas son irregulares, ángulos y círculos viales insospechados y que por ende la numeración de las viviendas son irregulares. Tan asíes la disparidad que es necesario valerse de un guía. Prosigue su descripción refiriéndose al japonés como un individuo cordial y hospitalario, dispuesto en todo momento a prestar ayuda. Son gente trabajadora y humilde, el hombre viejo refleja sensatez y sentido de la dignidad, por el contrario el hombre joven refleja la inquietud inherente a su edad. La perseverancia y producción soncaracterísticas de los japoneses sin importar la edad. La presencia de negocios y talleres son muestra de la productividad de ellos. En algunos de estos talleres se han conservado las costumbres que invitan al transeúnte a visitarlos. El Tatami se puede apreciar en estos establecimientos y casas en donde se sigue la tradición de descalzarse. El autor continúa describiendo con determinados detalles elestilo de vida del japonés y da una impresión, que si no es muy detallada, sí ayuda al lector a ubicarse en el lugar descrito. Señala que es usual también observar a los habitantes con ese especial modo de caminar debido al calzado que usan. El andar es corto y rígido debido a la plataforma de madera del zapato que es atada con un cinto al tobillo, el hombre lo usa sin media y la mujer con...