la pertenencia mas preciada
En las calles, el hambre habita y los sollozos de la pobreza hacen eco en las grandes ciudades. El viento roza los rostros de muchos que ya perdieron la esperanza de encontrar un lugar cálido en dónde pasar un día más.
Sus hogares se han convertido en cajas de cartón y su alimento en comida que hurgan en los basureros locales.
Una mañana de invierno una niñahuérfana arrastrada por la vida se despierta entre suspiros, interrumpiendo sus sueños de una vida digna y recordando una vez mas que sus ilusiones son absurdas, esta sola en un mundo cruel, con tan solo 8 años y la obligación de salir sola a las frías calles sin abrigo ni calzado a rogar por limosna.
La pequeña ya no puede dormir, todas las noches escucha unos gritos inaguantables no muy lejos,parece una niña pequeña pero ella siempre decide ignorarlos tiene demasiados problemas y cosas en su mente que a esas horas ya el cansancio y el sueño le ganan y prefiere dormir e intentar ignorar el insoportable frio que pasa, una pequeña cobija rota y húmeda no es suficiente, el hambre, también causa de su malestar la obliga día a día a no darse por vencida, no parar hasta el cansancio sin perder devista la meta que se propuso “encontrar una familia” el tiempo le sobra así como sus pensamientos. Las noches de insomnio las convierte en noches de planeación del brillante futuro que ella se impone.
Ya al amanecer el sol brillante se asoma entre las nubes y agradece a Dios que hoy le haya regalado un rayo de luz al abrir sus ojos.
Rita, la pequeña se ve obligada a abandonar su hogar, si a esose le puede llamar una banca fría en el parque de la ciudad. Esconde lo poco o nada que tiene detrás de un gran árbol: su cobija y una foto vieja y rota, de una bebé recién nacida con un par de desconocidos, que se hacían llamar sus padres. Rita se sentaba sola pensando y tratando de comprender la razón por la cuál había sido abandonada.
Ya era hora de dejar el pasado atrás y tratar de obtenerde la limosna y de la piedad de los demás con que comprar el alimento de hoy que con suerte podría comer unas tortillas con sal o mejor medio bolillo de la panadería a unas cuantas cuadras del parque.
Con indiferencia las multitudes no escuchaban las suplicas, eran ciegos al dolor de la pequeña y fríamente se alejaban sin siquiera bajar la mirada.
Después de unas horas sin obtener un solocentavo Rita ya había perdido la esperanza y sus piececitos con llagas ya no soportaban mas esas heladas calles con restos de basura y pedazos de cristal causantes de sus heridas.
Un señor alto portando un gran abrigo se acerca a la pequeña y le dice:
-como te llamas?
-Ella tímida y asombrada le responde con una voz suave, Rita
El hombre la admira con una mirada compasiva y le pregunta:
-Hazcomido hoy?
-Ella solo agacho la cabeza y dijo triste “no”
El hombre la tomo de la mano y ella aterrada lo siguió hasta un restaurante cercano.
Ella admiraba el lugar y todo su alrededor nunca había sido tratada como aquel extraño la trató.
Comió y al despedirse el hombre le dio unas cuantas monedas . Ella agradecida lo abrazo muy sonriente y se alejó entre la oscuridad.
Al llegar la noche losgritos que siempre escuchaba se volvían cada ves mas fuertes, mas intensos, sentía un deber y una curiosidad enorme de saber que era lo que esa casa vieja de donde provenían estaba ocultando.
Escondida tras un árbol vio a unos hombres, saliendo de la casa aterrada al verlos evito el mas mínimo suspiro, ellos se alejaron en una camioneta y los gritos comenzaron de nuevo rogando por auxilio.
Ritatomó una piedra y rompió una ventana para poder entrar a la casa.
Una niña pequeña con los ojos llenos de temor y angustia se encontraba amarrada a una silla de pies y manos con moretones por todo el cuerpo.
Tenía que ayudarla la desató y la pequeña le contó su historia entre llantos:
-No se que hago aquí llevo dos meses encerrada me trajeron unos hombres en una camioneta cuando yo salía...
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