El capitalismo entendido como una forma histórica de organizar la producción y el trabajo social, al establecer las relaciones tanto mercantiles como salariales, ha logrado permear las esferas de lasociedad (política, naturaleza y sociedad) de forma tal que características como la centralidad de la economía en función del capital, la racionalidad en función de la ganancia individual, lapropiedad privada y la libertad de contratación, propias de este sistema de producción, poseen la capacidad de adaptabilidad y de renovación a los diferentes contextos sociales e históricos, siendo así,elementos fundamentales que de alguna manera explican y garantizan su prevalencia. La lógica de la acumulación del capitalismo sobrepasa fronteras nacionales y transforma concepciones en los ámbitoseconómico, político y cultural, encontrando en el proceso de globalización su máxima expresión , es en él, donde se replantea el papel que desempeña el Estado como institución reguladora del mercado yde la planificación entendida como u proceso político. En este sentido el desarrollo regional cobra importancia en cuanto el logro de dicho proceso se enmarca dentro de la lógica del sistema y laexpansión de los mercados ante un Estado mínimo, en donde los procesos de planificación están supeditados a las estructuras de poder, que determinan la territorialidad ante fases de acumulaciónimperantes, la distribución demográfica de la población, los diferentes usos de los recursos y la connotación de las regiones.
El concepto de desarrollo regional se torna ambiguo como categoría analítica, laprofusión de significados que surgen con respecto a éste, impiden establecer con certeza una concepción igualmente aceptada sobre lo que realmente significa. Rinaudo plantea que la noción dedesarrollo regional esta estrechamente relacionada con una economía de mercado global, al establecer este como un proceso de desenvolvimiento espacio-temporal de las condiciones de las contrataciones del...
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