la pobreza de mexico
DoñaCrisol tenía el rostro cansado, ya era muy vieja, pero hacia todo lo posible para poder sobrevivir. Todos sabían que en la ciudad no se vendía mucho, pero no tenían otra opción.
Ya en la ciudad yrodeados de los hermosos y enormes edificios de la ciudad los niños ya no tenían miedo, ya conocían a la perfección las calles en las que caminaban para vender sus artesanías, ya conocían también losriesgos a los que se enfrentaban, y todo lo que les podría pasar si desobedecieran a su madre.
Pablo ya estaba cansado y se estaba deshidratando, el calor estaba intenso, así que se sentó en una de lasfuentes de agua, en la plaza de armas, y dándoles de comer a las palomas que por ahí rondaban, veía pasar a toda la gente, y después subió la mirada al cielo y sonrió, pensando, es tan bello todoaquí, hay un hermoso cielo, hay personas que, aunque no se les vea son buenas personas,
¡Pablo! De pronto escucho el grito de su madre, que lo llamaba para que la acompañara a la calle de la revolucióncomo lo decían ellos y todos conocemos como 20 de noviembre.
En esta calle se reunían todos los tepehuanos cercanos a la ciudad y Pablo se encontraba con amigos que vivían en otros pueblos, aquelniño de nombre José estaba enfermo, y por falta de dinero no podían atenderlo medicamente, Pablo, lo quería mucho, y cada vez que se veían corrían y corrían por las calles de la ciudad, les encantabajugar en la plaza de armas, correr de tras de las palomas y jugar a que eran personajes de la historia, así como se los enseñaban en la escuela.
Ya de regreso a su pueblo, doña Crisol, se sintió muy...
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