La Pobreza En Tiempo De Jesús

Jerusalén en tiempos de Jesús vivía una miseria en un sentido pleno. La lectura de J. Jeremías contiene una serie de elementos que dan demasiadas luces sobre una situación socio-económica de lapoblación. Pero en un clima de miseria parece difícil llevar a cabo la misión de Jesucristo, pues la esperanza de un Reino mejor que él prometía parecía estar muy lejos de concretizarse fenomenológicamentehablando, pues había otras necesidades de primera mano: alimentación, salud y justicia. Remontarnos a esta época es contemplar a un pueblo sometido por el yugo del imperio romano, que hacia inclusomás ínfimo el bienestar del pueblo, y de los más pobres, categóricamente destinados a vivir una miserable existencia. Pero Jesús fue un pobre entre los pobres, nadie puede negar su pauperismo material,se encarnó en una realidad muy adversa, cómo obrar en un clima hostil e instaurar una doctrina de bienaventuranza ante una realidad que se asemejaba a los hondos gemidos de un pueblo esclavo escuchadopor Dios en Egipto, este es el comienzo del obrar de Cristo; nadie puede actuar verazmente sino es trastocado por la experiencia, que debe ser vivida en carne propia. En el mismo texto nos muestraque el pueblo vivía como en un sentido de conformidad, de modo inmóvil aceptan la situación que pasan, como que la rutina y el diario vivir habían consumido las esperanzas de un cambio o un mejor vivir.Sin embargo el sentido religioso nunca fue perdido, la clase instructora de la fe que era demasiada legalista imponía por otro lado un judaísmo pesado para la colectividad. Los impuestos exigían delpueblo un grande esfuerzo, que finalmente lo llevaba irremediablemente a la miseria. Las riquezas sin límites favorecían a Roma y al templo. La práctica de cobro de impuestos beneficiaba directamente,en Roma, a un sector social privilegiado que vivía a costa de los impuestos. El cobro de impuestos, sumado a otras formas de opresión, producía pobres cada vez más pobres que son, por lo mismo,...