LA POLITICA DE LA MEMORIA
Dossier
Las políticas de la
memoria
Sociohistórica
2002, Nro. 11-12, p. 187-198.
Este documento está disponible para su consulta y descarga en
Memoria Académica, el repositorio institucional de la Facultad de
Humanidades y Ciencias de la Educación de la Universidad
Nacional de La Plata, que procura la reunión, el registro, la difusión y
la preservación de la produccióncientífico-académica édita e inédita
de los miembros de su comunidad académica. Para más información,
visite el sitio
www.memoria.fahce.unlp.edu.ar
Esta iniciativa está a cargo de BIBHUMA, la Biblioteca de la Facultad,
que lleva adelante las tareas de gestión y coordinación para la concreción de los objetivos planteados. Para más información, visite el sitio
www.bibhuma.fahce.unlp.edu.ar
Cita sugeridaGroppo, B. (2002) Las políticas de la memoria [en línea].
Sociohistórica, (11-12). Disponible en:
http://www.fuentesmemoria.fahce.unlp.edu.ar/art_revistas/pr.3067/pr.
3067.pdf
Licenciamiento
Esta obra está bajo una licencia Atribución-No comercial-Sin obras derivadas 2.5
Argentina de Creative Commons.
Para ver una copia breve de esta licencia, visitehttp://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/2.5/ar/.
Para ver la licencia completa en código legal, visite
http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/2.5/ar/legalcode.
O envíe una carta a Creative Commons, 559 Nathan Abbott Way, Stanford, California
94305, USA.
Las políticas de la memoria
• Bruno Groppo
El tema de la memoria ha adquirido en el curso de las últimas décadas una
importancia cada vez mayor en muchos países, en particular enEuropa y, más
ampliamente, en la cultura occidental. La multiplicación de las publicaciones, el
eco que encuentra en los medios de comunicación, los debates que suscita son
algunos de los síntomas de este interés creciente. La atención está dirigida a la
memoria de acontecimientos traumáticos (guerras, dictaduras, masacres): desde
este punto de vista, la memoria de la Shoah se ha convertido enparadigma. El
interés por la memoria se incrementó también en Argentina, como lo muestran
este coloquio y otras iniciativas que vieron la luz en los últimos años. Esta coyuntura general favorable para una reflexión sobre la memoria tiene varias causas que
no pueden ser analizadas hoy, aquí, de manera profunda. Por eso, me limitaré a
señalar una que merece, en mi opinión, una atención particular y es,justamente,
el hecho de que un determinado número de identidades colectivas, que antes
parecían sólidamente arraigadas, han devenido más inciertas y se ven amenazadas
por un proceso de cambio que se acelera sin cesar y frente al cual, por sus dimensiones planetarias, nos sentimos a menudo impotentes. En este contexto, la memoria es percibida como un punto de anclaje y como una garantía para lasiden• Universidad de París I - CNRS (Centro Nacional de Investigación Científica) - Centro de Historia
Social del Siglo XX
187
Sociobjstórjca ~ t ¡ i 2
Primer y segundo semestre 2002
tidades amenazadas. En efecto, existe una relación estrecha entre memoria e identidad y es sobre este punto y, más específicamente sobre las políticas de la memoria, que propongo, a continuación, algunos elementos dereflexión.
Cada sociedad vive a su manera, en función de su historia y de sus problemas
específicos, la coyuntura de memoria que acabamos de evocar. En el caso de la
Argentina, es sobre todo la memoria dolorosa de la última dictadura y de sus
crímenes la que se encuentra en el centro de atención. En efecto, a pesar de los
intentos del poder político por imponer el olvido (en particular por las leyesde
amnistía conocidas bajo el nombre de "Punto final" y "Obediencia debida") y del
deseo de una parte de la sociedad de dar vuelta la página definitivamente, el olvido
se reveló imposible. Este pasado no quiere morir -retomo acá la fórmula utilizada
por Ernst Nolte a propósito del pasado nazi en Alemania- y sigue, entonces, atormentando al presente. Las razones son bien conocidas y bastará...
Regístrate para leer el documento completo.