la pradera

LA PRADERA (por Lía Schenck)

Desde chica la habían acostumbrado a estar cuidada y atendida. Siempre con las cosas al alcance de la mano.
Para quererla mejor y para protegerla de las cosas queella no sabía, le habían construido una empalizada.
Vista desde lejos se parecía a una ovejita espumosa en un pradera de campos verdes. Una ovejita en una empalizada lustrosa, bajo un cielo siempreazul.
Vista desde cerca se parecía a una ovejita lustrosa y empalizada en una pradera siempre espumosa y verde.
Adentro de la pradera y bajo ese cielo siempre azul, los que la querían le resolvíanlos miedos, las tristezas, los deseos, los gustos y los disgustos.
Así fue creciendo hasta que se hizo grande y tuvo mas altura que las estacas de la empalizada. Sin que nadie se diera cuenta empezó aver las cosas de afuera.
Un día vio pasar el carnaval y otro día vio pasar el hambre y otro día vio pasar un mago que soltaba palomas y otro día vio pasar un hombre.
Mirando las cosas de afuera vioque algunos andaban con esperanzas y otros con derrumbes y otros con ilusiones.
Una mañana, aprovechando una estaca floja, se fue por los alrededores. Nunca se había imaginado que la pradera fueratan ancha y propia. Nunca se había imaginado que fuera tan cambiante. Al otro día volvió a salir y al otro también.
Al tercer día se quedó entretenida con algunas ilusiones y cuando volvió todos laestaban esperando con un grito en el cielo. Ella no se asustó y les fue diciendo cosas que le venían de adentro. Le venían de lugares que ni ella sabía que tenía. La empalizada se fue desclavandocon cada palabra que decía. Los pastos verdes y lustrosos se iban secando al instante y en su lugar crecían macachines.
Les dijo que un poco mas allá, hay mucho por hacer, porque la pradera no esverde ni lustrosa. Les dijo que un poco mas acá había mucho que hacer, porque ella quería empezar a saber quién era. Les dijo que necesitaba espacios y distancias para quererlos. Mientras decía...