La Prensa

El precio de la energía eléctrica se eleva, aunque el Gobierno asumirá por hoy una muy significativa parte del incremento. Acaba de aplicarse la “racionalización” del subsidio al gas propano, queimplica otro golpe a la economía familiar en general, pese a que sólo se le aplica a otro porcentaje de la población. La gasolina y el diésel están hoy también más caros. Los alimentos, igual que elpetróleo, van al alza en todas partes. Y, también en todas partes, el que paga las consecuencias más dolorosas es el ciudadano, porque la vida se le va volviendo más difícil en todo sentido.Explicaciones técnicas y administrativas sobre cómo son las cosas y por qué son así abundan y en realidad significan muy poco frente a los hechos reales. Lo cierto es que estamos en una época en que todo parececonfabularse para hacer más complicado el diario vivir. El clima sufre trastornos que sólo responden a una previsibilidad: la de ser imprevisibles. Los mercados se desajustan por las crisis endistintas zonas, que ya no respetan fronteras: igual se dan en las grandes economías desarrolladas que en las pequeñas economías rudimentarias. Y la política tampoco ayuda en ninguna parte, porque hay una“mediocrización” galopante en ese campo, la cual tampoco respeta fronteras ni cánones establecidos.

Desde los escritorios de los técnicos y los burócratas, aquí y en cualquier parte, la realidadparece manejable con cifras y justificaciones teóricas. Sin embargo, la realidad es justamente lo real, lo que amanece y anochece todos los días, lo que camina por las calles y las veredas, lo que estádisponible en los escaparates y en los puestos de venta, las necesidades personales y familiares que hay que llenar y que hay que ver con qué se financian. Si las condiciones de por sí son difíciles,como lo son, las medidas políticas y administrativas deben irse moviendo con un cuidado muy fino y estratégico, para no complicar más las cosas. El caso de la racionalización del subsidio al gas...