La Presencia De Los Animales En La Literatura (Bestiaria)

La presencia de los animales en la literatura (bestiaria)
Durante el largo curso de la historia, los animales han sido protagonistas de muchas obras literarias; los autores los han elegido para expresar sus ideas y no lo han hecho ingenuamente, pues de todos los entes de la naturaleza los animales son, sin duda, los más semejantes a los seres humanos. Esta similitud de objeto sin embargo, no haasegurado su forma, ni mucho menos su contenido: existen textos prosaicos, poéticos, periodísticos y hasta enciclopédicos que transmiten mensajes alegóricos, aportan datos culturales o simplemente informan al lector. Algunos ejemplos, citados a continuación, exponen estas diferencias en la construcción textual y, además, sirven para postular si pertenecen a un solo género -el de los bestiarios- ono; es decir, si la presencia de animales en la literatura obliga su pertenencia al género bestiario.
En un análisis retrospectivo de la historia literaria, el texto Physiolgus, que aparece entre los siglos II y IV en Alejandría, podría considerarse una primera versión de bestiario. Ofrecía una breve descripción de las características de los animales consignados en la Biblia y sirvió comoreferente para el diseño de los bestiarios medievales que proliferaron durante los siglos XII y XIII, principalmente en Inglaterra y Francia. Estos no describían científicamente los animales sino que, a través de metáforas alegóricas, transmitían en sentido figurado mensajes cristianos y reflexiones moralizantes. La asociación de los rasgos animales con aspectos de la vida de Jesucristo conformaba unared de símbolos aceptados como convenciones por toda la sociedad; en Le Bestiaire de Philippe de Thaün -uno de los más destacados bestiarios- por ejemplo, el león simbolizaba al hijo de la Virgen María.
Con la llegada del Renacimiento, el concepto de bestiario se fue modificando paulatinamente. Se editaron enciclopedias que contenían información sobre animales, acompañadas de reflexionesmoralizantes, pero ya no de alegorías cristianas.
Durante los años que siguieron pareciera que la escritura de bestiarios habría perdido popularidad; recién en el siglo XIX resurgió el interés por los tratados sobre animales, pero esta vez desde diferentes perspectivas. En 1857 Jean-Henry Fabre publica Souvenirs entomologiques, en el que describe los animales que observa, casi como si fuera un cuento ysus protagonistas seres humanos. Leer que las hormigas rojas viven en casas, duermen la siesta, reposan y defienden sus bienes, entre otras cosas, entretiene y hasta divierte al lector, mientras que otras frases como por ejemplo “las hormigas rojas se dedican a la caza de esclavos”, “necesitan sirvientes” y son “ladronas de niños”, pueden interpretarse como metáforas sociológicas y permitensuponer que se corresponden con una ideología cifrada del autor en el texto.
Leila Guerriero, en su obra” Gen” compartió el tema de Fabre: se refirió a las hormigas, pero sin intención de describirlas sino con el propósito de transmitir una reflexión sobre los mecanismos sociales. Un dato anecdótico como es el descubrimiento en Europa de una mega colonia de hormigas argentinas “que no se peleabanentre sí” y eran un ejemplo de “cooperación y proyecto colectivo” impulsa a la autora a reflexionar sobre el ser nacional. A diferencia de Fabre su opinión es expresa: “…aquí estamos. Divididos, desgastados por peleas domésticas, domesticados a la costumbre de decir que no tenemos, que nunca tendremos, un proyecto en común”. Guerriero, en una enunciación reflexiva, pone en juego una escala de valoresmorales y sociales y clama por un nacionalismo y una identidad que una a la sociedad argentina.
Lo interesante de estos dos ejemplos sea quizá su entramado, el mensaje escondido que nunca sale a la luz, pero está ahí: es obligación del lector retomarlo y reflexionar sobre ello para que el texto se complete. Esta diferencia se ve claramente al comparar los textos con una entrada de diccionario...