La presidencia de Cárdenas
El 1° de diciembre de 19374, asumió su cargo un presidente que no provenía del norte, sino del altiplano central. Lázaro Cárdenas.
El propio Cárdenas representaba de cierta manera el punto de articulación entre la mayor generación de jóvenes, entre los norteños quehasta el momento habían dominado y la nueva generación de políticos del centro de México. Aunque era mucho más joven que los principales integrantes de la dinastía sonorense.
Cárdenas era un típico representante de aquella élite revolucionaria que mediante una exitosa carrera militar en los ejércitos revolucionarios del norte ascendió paulatinamente a la más alta jerarquía del nuevo ejército delos años veinte y comienzos de los 30.
En la presidencia de Cárdenas se distinguen claramente tres fases: la primera, hasta el destierro de Calles en la primavera de 1936, fue dedicada en primer lugar a la consolidación de una base de poder propio; la segunda, de 1936 a 1938, marcó el auge de reformas sociales en el agro, en la política de nacionalización y en la promoción de los sindicatos porparte del Estado; por último la tercera fase, entre 19
9 y 1940, estuvo orientada principalmente a la consolidación política del régimen, que se vio expuesta a crecientes presiones políticas internas y externas como consecuencia de la política reformista procedente.
El fin del Maximato: la consolidación política del régimen cardenista, 1935-1936.
Cárdenas tampoco contaba con una posiciónpolítica fuerte e independiente al asumir la presidencia a principios de diciembre de 1934. En el gobierno estaba rodeado de una mayoría de seguidores personales de Calles, los estados se sustraían en gran medida a su control y en el Congreso tampoco tenía un sólido poder propio en que apoyarse. A ello se agregó que ciertos conflictos políticos internos fomentados por la camarilla callista debilitaronaún más su posición e incrementaron su dependencia política del Jefe Máximo.
Estos conflictos botaron de la política educativa socialista implantada por el gobierno, pero sobretodo también del anticlericalismo radical revivido por algunos seguidores de Calles, cuyo representante máximo era el extremista, el ex gobernador de Tabasco y secretario de agricultura, Tomas Garrido Canabal.
En junio de1935 el presidente se sentía suficientemente fuerte como para aceptar el desafío de Calles. Categóricamente rechazó las acusaciones del Jefe Máximo, reclamó su posición constitucional como jefe de Estado y al mismo tiempo solicitó la renuncia de los miembros del gabinete. En vista de la firmeza del presidente, Calles retrocedió. No sólo declaró que sus afirmaciones habían sido distorsionadas por laprensa, sino que anunció al mismo tiempo su partida al extranjero. Esta “huida” de Calles ocasionó un cambio brusco en el escenario público.
Cárdenas aprovechó el momento primero para transformar profundamente su gobierno. Sustituyó a los partidarios callistas por sus propios seguidores o antiguos rivales del destituido Jefe Máximo. Sin embargo, sabía bien que esta purga política sólo podía serel comienzo, porque sobre todo en provincia los partidarios callistas contaban todavía con bastiones más fuertes.
La relación entre el Estado y los sindicatos
El Máximato se caracterizó por la desintegración de la antes poderosa CROM. Ya en 1929 cinco líderes de la CROM, entre ellos el futuro dirigente de la CTM, Fidel Velázquez, se habían separado de Morones y fundado fuera de la CROM laFederación Sindical de Trabajadores del Distrito Federal.
Los sindicatos más activos en 1934-1935 fueron aquellos asociados en la CGOCM bajo Lombardo Toledano. Tanto esta ala sindical como los grandes gremios industriales al principio intentaron guardar distancia con el gobierno de Cárdenas.
La aplicación de la Ley de Expropiación de 1936 afectó tanto a las pequeñas empresas como a grandes...
Regístrate para leer el documento completo.