La Primera Guerra Mundial

- ¡Estoy harta! ¡No puedo estar en esta casa, no aguanto más! – Grita con rabia mientras sube las escaleras dirigiéndose a su habitación– ¡Estoy cansada de no poder hacer nada! – dice mientras va hacia el armario y mete la poca ropa que le gusta en su asquerosa y desgastada mochila.
- ¡¿Yo estoy harto de ti y de tu hermana, lo único que hacéis es joder, quiero hacer esto quiero hacer lo otro, tecrees súper mayor no?! ¡Yo me preocupo por ti aunque no lo creas! – dice gritando desde el piso de abajo para que ella le oiga.
- ¿Que te preocupas por mí? ¿Enserio? ¡Nunca te has preocupado por mí! ¡Nunca! ¡Me han pasado tantas cosas y no tienes ni puta idea! – Chilla mientras coge todo el dinero que hay escondido en el cajón de la ropa interior. De repente la discusión termina allí y no oyenada. Coge su gorro favorito y se lo pone, es uno con la cara de un oso panda bordada, es muy absurdo y hasta ridículo pero le gusta y le importa una mierda lo demás. Mira la habitación pensando en todas esas osas que no se puede llevar… Deja de pensar en chorradas, enfunda los pies en sus botas, coge la mochila y baja las escaleras.
Ya nadie está pendiente de la discusión están todos distraídosasí que abre la puerta sin hacer ruido y sale de casa. Antes de cerrar la puerta coge las llaves, lo último que quiere es estar en esa casa, pero las coge.
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Se sienta en la parada de autobús y solo hay un par de viejas mirándola mal y cuchicheando, así que saca el dinero de la mochila para contar su pequeña fortuna. Los billetes están arrugados y las monedas son chatarra,no tiene dinero ni para sobrevivir un mes – Necesito un puto trabajo joder… - Dice en voz alta por lo que las ancianas se la quedan mirando por lo malhablada que es la niña y antes de que ella responda de alguna manera llega un autobús. Se dirige al centro de la ciudad, allí buscará algún trabajo, lo que sea… Mientras mira por la ventana del autobús se imagina trabajando, en ningún oficio lo hacebien… Realmente nunca se le ha dado bien nada, ni ha sentido interés por estudiar nada. – Algún trabajo estúpido en el que no te haga falta ni la ESO… ¿Cajera? Demasiado borde con desconocidos ¿Canguro? Niños… no me atrae la idea, de todas formas nadie contrataría a una adolescente sin techo con pintas de chalada…- murmura.
Por fin su parada, se baja del autobús y este se marcha, no tiene niidea de que hacer ahora, ni donde vivirá, ni con que dinero, ni nada… ¡Una pensión! Es lo más barato del mundo y lo único que necesita es una cama, una ducha y un techo. Pero para encontrar una pensión bien barata tiene que buscar en algún barrio de mala muerte, y la muy estúpida acababa de llegar al centro de la ciudad.
- Al menos soy libre. Desgraciada, pobre y sin techo. Pero soy libre- se ledibuja una sonrisa en la cara y empieza a caminar. Pregunta en bares, tiendas y quioscos si necesitan a alguien. Nada. -Esto es muy humillante…- murmura mientras mira un estanco lleno de patos. Llevaba toda la tarde buscando y preguntando y lo único que había conseguido eran rechazos y en el último bar burlas de todo tipo.
Lo que más necesita ahora es que la tomen enserio, pero cuando piensa en sufísico no le extraña que la traten como a una cría. Es bastante bajita para sus dieciséis años casi recién cumplidos. Su cabello es de un rojo oscuro difuminándose con un negro absoluto. Eso fue un de sus ultimas locuras en casa pero no se arrepiente de ello. Es de figura delgada pero con discretas curvas y los pechos… bueno… digamos que son pequeños.
Antes de que siguiera torturándose por suaspecto una chica bastante guapa por no decir preciosa se acerca donde ella y se sienta en el banco. La mira de reojo, tiene el pelo corto y negro, los ojos verdes delineados a la perfección, la nariz pequeña y chafadita, y los labios finos, debía de ser un poco más alta pero no le echaba más de 17 años.
-Este es mi banco- dice la morena con un tono muy serio y mirando al frente.
Mierda. No sabe...