LA PRIMERA SONRISA DEL NIÑO JESUS

LA PRIMERA SONRISA DEL NIÑO JESUS.

Mientras San José y Maria caminaban desde Nazaret a Belen, el arcángel Gabriel, en secreto, bajaba por última vez del cielo para ver si en el establo estaba todobien dispuesto. A pesar de ser un Arcángel, le costaba comprender por qué era preciso que el señor viniese al mundo en el más miserable de los establos y que su cuna tuviera que ser un pesebre.Gabriel deseaba que, por lo menos, el viento no soplase demasiado fuerte por entre las grietas del techo y sobre todo deseaba que a las nubes del cielo no se les fuera a ocurrir inundar con su lágrimas alNiño Jesús.
Tenía también que encarecer por última vez al farol que brillase suavemente para que sus destellos no oscureciesen los de la estrella de Navidad.
Además el arcángel arrojó del establo atodos los insectos, hormigas y ratones. ¿qué hubiese ocurrido si la joven Madre se asustase al ver un ratón?
Solamente podian quedarse el asno y el buey. El asno porque necesitaban tenerlo listo parala huida a Egipto….El buey porque era tan grande y tan pesado que todas las legiones del cielo no hubiese conseguido moverlo.
Por último, Gabriel colocó alrededor del establo y sobre las vigas deltecho, una legión de angelotes de los más pequeños, de los que sólo tienen una cabecita con alas. Su única misión era estarse quietecitos haciendo guardia para dar la voz de alerta en cuanto algún peligroamenzase al pobre y desnudo niñito.
Echó una última mirada en torno suyo y el poderoso arcángel inició su vuelo con un leve batir de alas.
¡Muy bien!
Sin emabrgo, todavía no estaba todo bien, ¡porqueen el suelo entre la paja dormia una pulga…!
Era el único insecto que no había visto por el arcángel. Lo que es muy comprensible, porque seguramente el Arcángel no sabe lo que es una pulga.
Cuandotuvo lugar el nacimiento milagroso y una vez que el cuerpecito del niño Jesús estuvo ya acostado sobre la paja, tan amable y tan pobrte, los ángeles que estaban sobre el techo no cabían en si de gozo...