LA PRINCESA Que Creia En Los Cuentos De Hadas
QUE CREÍA EN CUENTOS
DE HADAS
Autora: MARCIA GRAD
ÍNDICE
CAPITULO 1: ALGÚN DÍA LLEGARÁ MI PRÍNCIPE
CAPÍTULO 2: LA PRINCESITA Y EL CÓDIGO REAL
CAPITULO Nº3: MÁS ALLÁ DE LOS JARDINES
CAPITULO N°4: EL PRÍNCIPE AZUL LLEGA AL RESCATE
CAPITULO N°5: EL DOCTOR RISITAS Y EL SEÑOR
ESCONDIDO
CAPÍTULO N°6: SIEMPRE SE APLASTA LA ROSA MÁS HERMOSA
CAPITULO N°7: UN ACUERDO DE LA MENTE Y ELCORAZÓN
CAPÍTULO N°8: HACER O NO HACER...
CAPÍTULO N°9: UNA GUÍA PARA VIVIR SIEMPRE FELIZ
CAPÍTULO N°10: EL CAMINO DE LA VERDAD
CAPÍTULO N°11: EL MAR D
E LA EMOCIÓN
CAPÍTULO N°12: LA TIERRA DE LA ILUSIÓN
CAPÍTULO N°13: EL CAMPAMENTO DE LOS VIAJEROS PERDIDOS
CAPÍTULO N°14: EL PAÍS DEL ES
CAPÍTULO N° 15: VIAJE A UN LUGAR LLAMADO MEMORIA
CAPÍTULO N° 16: EL VALLE DE LA PERFECCIÓN
CAPÍTULO N°17: ELTEMPLO DE L
A VERDAD
CAPÍTULO N° 18: EL PERGAMINO SAGRADO
Unas palabras de la autora..
CAPITULO 1:
ALGÚN DÍA LLEGARÁ MI PRÍNCIPE
Erase una vez una princesita delicada de cabellos dorados, llamada Victoria, que creía de todo corazón en los cuentos hadas y en la eterna felicidad de las princesas. Tenía una fe absoluta en la magia de los sabios, en el triunfo del bien sobre el mal y enel poderoso amor capaz de conquistarlo todo. En realidad, toda una filosofía basada en la sabiduría de los cuentos de hadas.
Uno de sus primeros recuerdos de la infancia eran sus baños de espuma, que le daban una apariencia cálida y sonrosada, tras los cuales se acurrucaba bajo su edredón de plumas rosa entre un montón de suaves almohadas dispuesta a escuchar las historias sobre hermosas doncellasen peligro que le leía la reina antes de dormir. Vestidas con andrajos o bajo el hechizo de un sueño de cien años, cautivas en una torre o víctimas de una catástrofe, siempre conseguían las rubias doncellas ser rescatadas por un príncipe valiente, apuesto y encantador. La princesita memorizaba cada palabra que su madre pronunciaba y, noche tras noche, se quedaba dormida tejiendo maravillososcuentos de hadas en su imaginación.
-
¿Algún día llegará mi príncipe?,
-le preguntó una noche a la reina abriendo sus maravillosos ojos ámbar llenos de asombro e inocencia.
-
SI, cariño
-le contestó la reina
-, algún día.
-
¿Y será alto, fuerte, valiente, apuesto y encantador?,
-le preguntó la princesita.
-
Desde luego que sí. Tal y como lo has soñado e incluso más, pues será la luz de tu vida y turazón de ser, ya que as¡ está escrito.
-
¿Y viviremos felices para siempre como en los cuentos de hadas?,
-le volvió a preguntar como si estuviera soñando, inclinando la cabeza y apoyando las manos en la mejilla.
La reina, acariciando el pelo de la princesita con suavidad y cariño, le contestó:
-
Igual que en los cuentos de hadas. Y ahora a dormir, que ya es hora.
-
Le dio un cálido beso en lafrente y se marchó de la habitación, cerrando la puerta con gran sigilo.
-
Ya puedes salir, no hay peligro,
-susurró la princesita inclinándose a un lado de la cama y levantando uno de sus volantes para que Timothy Vandenberg III pudiera salir de su escondite
-
. Venga, chico,
-le dijo.
Su peludo amiguito saltó a la cama y fue a ocupar su sitio de costumbre junto a ella. En realidad, no separecía a Timothy Vandenberg III sino a un chucho corriente, aunque la princesita lo amaba como si se tratara del más regio de los perros de la Corona. Le dio un efusivo abrazo y de ese modo
, felices y contentos, se quedaron dormidos.
Cada día la princesita se maquillaba con los coloretes de la reina, se vestía con uno de sus trajes de noche y se ponía sus zapatos de tacón, imaginándose que eranzapatos de cristal. Arrastrando por el suelo la enorme falda, se paseaba por la habitación moviendo las pestañas con coquetería, mirando con dulzura y diciendo:
Siempre he sabido que vendrías, mi querido príncipe. En verdad, sería para mi un gran honor ser tu esposa.
-luego, representaba las escenas
de rescate de su cuento de hadas favorito, recitando las estrofas de memoria.
La princesita se...
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