La Princesa Y El Pirata
Solamente algunos chicos acariciaban sus páginas y visitaban a veces su palacio de palabras. Desde la torre más alta, suspiraba laprincesa. Lágrimas de tinta negra deletreaban su tristeza.
Es que ella estaba aburrida de vivir la misma historia que de tanto repetir se sabía de memoria:
Una bruja lahechizaba por envidiar su belleza y el príncipe la salvaba para casarse con ella.
Cuentan que cuentan que un día, justo en el último estante, alguien encontró otro libro que nohabía visto antes. Al abrir con suavidad, sus hojas amarillentas salió un capitán pirata que estaba en esa novela. Asomada entre las páginas, la princesa lo miraba. Él dibujóuna sonrisa sólo para saludarla. Y tarareó la canción que el mar le canta a la luna, y le regaló un collar hecho de algas y espuma.
Sentado sobre un renglón, el pirata,cada noche, la esperaba en una esquina del capítulo ocho. Y la princesa subía una escalera de sílabas para encontrar al pirata en la última repisa.
Así se quedaban juntoshasta que salía el sol, oyendo el murmullo tibio del mar, en un caracol.
Cuentan que cuentan que en octubre los dos se fueron un día y dejaron en sus libros varias páginasvacías. Los personajes del libro ofendidos protestaban: "Las princesas de los cuentos no se van con los piratas".
Pero ellos ya estaban lejos, muy lejos, en alta mar yescribían otra historia conjugando el verbo amar.
El pirata y la princesa, aferrada al brazo de él navegan por siete mares en un barco de papel.
En un cuento sin final.
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