La procesion va por dentro

Las pasionarias

Por: David Andrés Sánchez
Seis de la mañana. Las nubes empiezan a descender a la ciudad plana que se observa abajo, la gente aparece por diferentes recodos limpiándose los ojos, hablando de lo que pasó ayer, de cómo va a ser el recorrido de hoy, y rogando a Dios para que les vaya bien. Se van reuniendo en el alto, hombres, mujeres (en su gran mayoría), jóvenes y niños parainiciar su “viacrucis” hacia la ciudad, un recorrido en el que tendrán que sufrir ofensas, humillaciones y maltratos, como lo hiciera Jesús hace más de 2.000 años.
Hacia las seis y media, alrededor de cien personas empiezan a bajar por las empinadas calles. Una mujer arrastra a su hija del brazo y no la suelta para que no se vaya corriendo detrás de un perro; otra seca sus lágrimas, tal vez por tenerque soportar ese martirio nuevamente; alguien más intenta taparse la cara con una pañoleta para que no la reconozcan y otras tantas que con total indiferencia emprenden el recorrido serpenteando y rodando por las faldas de una de las comunas nororientales de la ciudad de Medellín.
Desde atrás se observan un montón de espaldas con bolsas arrugadas y vacías en las manos. Si la señora que va adelantediera la vuelta y observara, se encontraría con un sinnúmero de rostros, algunos maltratados, otros agraciados, unos cuantos lánguidos y otros tanto, tristes… Entre ellos el de Gloria Eleida, un rostro marcado por grandes arrugas en las sienes a pesar de tener tan sólo 34 años. Ella es quizás la única que no lleva la bolsa en las manos, la lleva guardada en el bolsillo como tratando de ocultarla marca de su calvario.
LA GLORIA
Es oriunda de Peque, Antioquia, y madre de tres hijos, por quienes se sacrifica constantemente para que no sufran. Su vida no ha estado marcada por la gloria, a pesar de llevarla por nombre, la muerte, el sufrimiento y la desgracia son las que han estado presentes en su realidad.
A su papá se lo llevó el ejército tachándolo de guerrillero, lo desaparecieron ylo dieron por muerto; a Gloria y a su familia les tocó huir del pueblo, porque también los iban a desaparecer. Cuando llegaron a este barrio construyeron una casita de madera, casa que el ejército les tumbó por estar ubicada en una invasión.
Gloria no es una mujer a la que le gusta recordar, y cuando lo hace se dibuja una risa tristona en su rostro, además sus manos pequeñas se mueven de un lugara otro como si no supiera donde ponerlas. “Mi primer esposo se llamaba Nelson y lo mató un cable de luz en Urrao, a donde me fui a vivir con él”; el segundo, se llamaba Modesto, quien no le hacía honor a su nombre, porque no conocía límites, la hizo pasar por maltratos físicos y psicológicos… un día se rodó por un barranco y fue la oportunidad perfecta para abandonarlo. El tercero, y último, sefue con una más joven, porque a Gloria la vida le ha dejado marcas en su rostro y en su cuerpo y ahora “los hombres quieren belleza y juventud”.

LA CHILA Y LA NEGRA
Mientras la multitud sigue bajando por las calles, en El Hoyo, otro sector del barrio, La negra se despierta para despachar a sus niños, a ella no le ha tocado hacer el viacrucis en grupo, siempre prefirió hacerlo sola o acompañadade La Chila (su mejor amiga) y en lugares más oscuros. Su martirio empezó a los trece años, cuando la chila ya tenía 34, se escapó de su casa, porque sus papás la maltrataban, se fue a vivir a la calle donde empezó a consumir drogas: lo primero fue la marihuana, después vino el perico, luego la coca y por último la heroína. La Chila siempre fue su compañera, la aconsejaba y la cuidaba; cuandoLa Negra llegó al centro le tocó rodar de pensión en pensión y de prostíbulo en prostíbulo y como a la Chila ya le había tocado pasar por todo eso, la guió por las calles, le enseño a robar y a seducir a los hombres.
Ellas se conocieron en el barrio, pues nacieron allí, la diferencia de edad no fue obstáculo para que fueran amigas; La Negra es simplemente el apodo que La Chila le puso de...